El síndrome de Wolff-Parkinson-White se caracteriza por la asociación de una anomalía en el sistema de conducción cardiaco (vía accesoria) y la aparición de arritmias. Se trata de un trastorno congénito, a veces incluso hereditario, que afecta entre un 0,1-0,4% de la población; en la provincia de Almería aproximadamente entre 700 y 2800 personas con dicha afección.
Se conoce como vía accesoria a una conexión eléctrica anómala que permite que el impulso eléctrico pase de la aurícula al ventrículo sin seguir su camino habitual por el sistema de conducción “normal”. “Esto, favorece la aparición de arritmias, como las taquicardias paroxísticas por reentrada y agrava la presentación clínica de otras, como la fibrilación auricular”, explica el Dr. Gómez, cardiólogo especialista en arritmias del Hospital Mediterráneo.
Generalmente provocan sensación de palpitaciones rápidas con inicio y terminación. Gómez señaló que los pacientes con este síndrome tienen un riesgo de muerte súbita ligeramente superior al de la población general.
“Existe la posibilidad de realizarse un estudio electrofisiológico, procedimiento percutáneo similar a un cateterismo, que permite localizar la vía accesoria, estudiar las características de la misma y eliminarla, aplicando corrientes de radiofrecuencia, lo que se conoce como ablación”, aseguró el doctor.
Recientemente se realizó con éxito el primer estudio y tratamiento de esta afección en un centro privado de la provincia, Hospital Mediterráneo. Se evitan desplazamientos a otras provincias y se pueden beneficiar de ésto los pacientes con o sin aseguradoras, así como de MUFACE o de ISFAS.
La Unidad de Arritmias del Hospital Mediterráneo comenzó su actividad en Septiembre del pasado año, habiendo realizado con éxito varios procedimientos de implante de Desfibriladores Automáticos Implantables (DAI) , implante de marcapasos convencional, estudio electrofisiológicos y ablación por radiofrecuencia de arritmias como el Flutter Auricular y Taquicardias paroxísticas supraventriculares.