El sábado era un día grande, un día en el que uno de los principales símbolos del municipio de Níjar, La Atalaya, era inaugurada, después de la remodelación y restauración que se ha realizado.
A las nueve y cuarto de la noche, autoridades municipales y vecinos se trasladaban hasta el Portillo de la Villa, desde donde partían en comitiva hasta el camino de acceso de La Atalaya. Allí se cortaba la cinta inaugural tras escuchar el himno de Andalucía, interpretado por la Banda de Música de la Asociación Cultural Níjar. Después, el experto Rodolfo Caparrós explicaba a los participantes, la historia de este monumento e invitaba a los que desearan a subir el sendero para observar la Atalaya desde cerca.
Ya en el promontorio desde el que esta torre domina el municipio, Caparrós explicaba su función defensiva y de alerta, así como otros detalles, contestando a algunas preguntas de los presentes.
Después, en la plaza del Mercado, todos pudieron escuchar “Sueños de Carmen de Burgos”, que emocionó a los presentes.
La alcaldesa de Níjar, Esperanza Pérez, habló sobre este símbolo, que aparece en el escudo de Níjar y que simboliza la unidad entre todos los núcleos que componen el municipio por lo que se hacía necesaria acometer esta actuación “este verano La Atalaya ya ha sido visitada por los turistas que han acudido a la Villa, convirtiéndose así en un reclamo turístico más para el pueblo, y han podido ver y admirar este símbolo de nuestro municipio”.
El concejal de Turismo, Playas y Patrimonio Histórico, Alexis Pineda, destacó la importancia de la recuperación de este monumento para el municipio, cuyas obras finalizaron el pasado mes de mayo y cuya inauguración ha tenido que ser retrasada por los procesos electorales “La Atalaya se ha convertido en un recurso turístico de primer orden, junto a otros que ya tiene el pueblo como su barrio histórico, su artesanía, comercio y restauración”.
