Abro La Voz de Almería y me encuentro con una doble página central y curiosa que destaca dos noticias. Por un lado los “amigos de la Alcazaba” solicitan un informe de actuaciones irregulares (página 32); por otro, el anuncio del nombramiento del próximo director del Conjunto Monumental de la Alcazaba de Almería (página 33). ¡Qué casualidad! ¡Qué coincidencia! Es inevitable que mi mente perversa asocie los dos artículos, y aunque en ningún momento se dice que la actual directora de la Alcazaba, doña Ángela Suárez, haya sido destituida, ni por quién, y a no ser que se haya llegado a un acuerdo paritario para que haya dos “cabezas” al frente del monumento más importante de la ciudad, una femenina y otra masculina, una por lo menos de arqueóloga, lo cierto es que hay que deducir que alguien o algo ha cesado a Ángela Suárez.
Pero como no quiero ser perverso, ni entender que los “amigos de la Alcazaba” puedan tener el poder suficiente para quitar y poner, sólo me queda agarrarme a las palabras de Marta Rubí y concluir que efectivamente Boja (no Borja) “relevará en el puesto a Ángela Suárez”.
Asimismo deduzco que Ángela irá a otro cargo donde pueda desempeñar una labor tan impresionante como la desarrollada durante estos años en la Alcazaba, me alegro mucho por quienes reciban su magisterio y los beneficios de su celo profesional: defensa del patrimonio desde que ingresó en la Delegación de Cultura (a pesar de presiones y zancadillas); investigación científica, histórica y arqueológica con un rigor contrastado en diferentes congresos y foros de especialistas de prestigio internacional (antes de la llegada de Ángela Suárez a la Alcazaba la repercusión científica era prácticamente nula); difusión del patrimonio facilitando la visita de colegios, institutos, turistas y ciudadanos en general (un buen periodista estudiaría comparativamente las cifras de asistencia al monumento); dotación de un programa cultural atractivo y moderno, apoyado decididamente por la Delegación de Cultura (presentaciones de revistas literarias y de libros, performances, espectáculos de danza, conciertos, lecturas, congresos o simposios –y no sólo de índole histórica–, exposiciones, visitas guiadas, recreaciones históricas, instalaciones audiovisuales, degustaciones gastronómicas, y me consta que a cualquier hora del día, de la tarde y de la noche, ya que se han recitado poemas desde sus murallas tanto al amanecer como al anochecer. ¿Significa todo esto “cerrar las puertas de la Alcazaba”?); mejora y mantenimiento de las instalaciones del Conjunto (compárese el estado del Conjunto en la actualidad con el que ofrecía a mediados de los años noventa); creación de una comisión técnica de especialistas que mantienen reuniones periódicas realizando un estrecho seguimiento de las actuaciones llevadas a cabo y proponiendo otras (creo recordar que en los artículos de La Voz se da más importancia a la Asociación de “amigos de la Alcazaba” que a lo que pueda aportar esta comisión de científicos); creación de dicha Asociación de “amigos de la Alcazaba” (cría cuervos…).
En fin, y resumiendo, que, según La Voz, Boja prescinde de una gran profesional, que se las ha apañado con un presupuesto ridículo (un buen periodista estudiaría comparativamente los presupuestos económicos de los distintos conjuntos monumentales de Andalucía) para defender el patrimonio de la ciudad de Almería, investigar, difundir, divulgar, ofrecer cultura, democratizar la gestión del Conjunto, dar voz a todo el mundo y, sobre todo, abrir sus puertas a cualquier tipo de propuesta.
Así que misterioso y poderoso señor (o señora) Boja, permítame decirle que no entiendo su decisión, es decir, que no la comparto, y que creo que se trata de un grave error por su parte. Lo único que me cuadra de toda esta historia es que haya filtrado usted la noticia un 18 de julio.
ARTÍCULO SUSCRITO POR:
Antonio Orejudo
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