El asteroide que hoy ‘roza’ la Tierra

El asteroide que hoy ‘roza’ la Tierra

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Imagen del seguimiento que le está haciendo la NASA.

Hoy viernes, un pequeño asteroide pasa entre la Tierra y la Luna. Este asteroide, que fue detectado por la Agencia Espacial Europea el pasado mes de marzo, pasará a tan solo 22.000 kilómetros de la Tierra, sin embargo no hay nada que temer, ya que la posibilidad de que impacte con nuestro planeta o alguno de los satélites artificiales es realmene remota. El investigador del Instituto Andaluz de Astrofísica y uno de los mayores expertos del mundo en asteroides, José Luis Ortiz, nos aclara este fenómeno.

¿Hay peligro de que se acerque demasiado a la Tierra?

No, la probabilidad de que se acerque demasiado a la Tierra es minúscula. De hecho, su valor en la escala de Palermo es mucho menor de -2, lo que significa que ni siquiera hay que hacerle un seguimiento especial. La escala de Palermo es una escala técnica que se usa para determinar el riesgo que supone un asteroide y si hay que hacerle un seguimiento o no.

¿Puede colisionar con algún satélite artificial?

De nuevo, la probabilidad es bajísima, porque el volumen en el que se mueven los satélites artificiales es reducidísimo comparado con el volumen total de la zona donde están los satélites geoestacionarios y también lo es el volumen que atravesará el asteroide cuando se acerque a la distancia mínima de 34000 km. Además, el asteroide es tan pequeño (probablemente de unos 40m), que según algunas clasificaciones ni siquiera sería asteroide, sino lo que se llama meteoroide, cuyo umbral se fija típicamente en 10m. Con un tamaño tan pequeño se tendría que dar una casualidad tan enorme que lo podemos descartar.

¿Por qué ocurre este fenómeno?

Esto ocurre porque la Tierra se mueve por el espacio en una zona que no está completamente vacía, hay un enjambre de cuerpos de diferentes tamaños y esos cuerpos son más numerosos cuanto más pequeños son. En consecuencia, la Tierra pasa cerca de cuerpos de diferentes tamaños e incluso termina chocando con alguno de ellos. Como hay muchos más cuerpos pequeños, chocan muchos más cuerpos pequeños que grandes. El enjambre de cuerpos en las cercanías de la Tierra no es tan numeroso como el llamado cinturón de asteroides, pero como digo, la Tierra transita por una parte del espacio que no está completamente vacía, y está integrada por cuerpos o materia que se escapan del cinturón de asteroides, o por cometas que se escapan de diferentes zonas en las que habitan, o por materia que se les desprende a los cometas y asteroides (por circunstancias variadas).

¿Es algo habitual o se trata de un episodio excepcional?

No es algo excepcional. En 2029 se producirá un acercamiento a la Tierra a la misma distancia que el del 15 de Febrero de 2013, pero de un objeto muchísimo más grande, un asteroide llamado Apophis, de 400m de tamaño, que durante un tiempo despertó cierta alarma de que pudiera colisionar con la Tierra, pero cuando se obtuvieron suficientes datos de su órbita se descartó una colisión. Estas pequeñas alarmas se suelen dar porque cuando se descubre un objeto nuevo su órbita suele ser tan imprecisa que a veces cabe la posibilidad de colisión, pero apenas se va refinando la órbita, la probabilidad de colisión cae muy bruscamente.

Se producen muchos acercamientos de asteroides y meteoroides, pero la inmensa mayoría pasan desapercibidos porque no hay rastreos del cielo con telescopios diseñados para detectar acercamientos por cuerpos pequeños como 2012DA14. Los grandes rastreos norteamericanos están optimizados para encontrar objetos de entre 1km y 300m de tamaño, bastante lejos de la Tierra, moviéndose lentamente en comparación con los que se acercan mucho.

Según datos de mis estudios de destellos de impacto en la Luna, y de estudios de grandes meteoros, estos acercamientos de objetos relativamente pequeños serían bastante más habituales de lo que tradicionalmente se piensa.

Cada cierto tiempo, y sin que realmente se sepa bien por qué, los medios de comunicación sacan la noticia de algún acercamiento o alguna posible colisión de un asteroide contra la tierra, basada o no en hechos observacionales. Esto es peligroso porque puede pasar como en el cuento del lobo, que cuando de verdad venga el lobo (en este caso, un asteroide), nadie se lo va a creer.

¿Ha habido un caso similar en el pasado?

Sí, ha habido casos de grandes acercamientos, y alguno incluso ha dado lugar a una colisión que se ha podido detectar y se han podido hasta recoger meteoritos (fragmentos del cuerpo). Estos meteoritos se llaman Almahata Sitta y provienen de un objeto denominado 2008TC3 cuya colisión se pronosticó.

Ha tenido que haber muchos casos similares, pero la inmensa mayoría pasan desapercibidos porque no hay rastreos telescópicos concebidos para detectar grandes acercamientos de pequeños asteroides o meteoroides.

También sabemos que en 1908 se produjo el famoso impacto de Tunguska, en Siberia, que sólo causó daños en una zona bastante despoblada, y que probablemente se debió a un asteroide de unos 30 o 40m. Así que eso no fue un gran acercamiento, fue un grandísimo acercamiento…

¿Hay que temer la llegada de alguno más grande o incluso que colisione con la Tierra?

Temer, temer no, pero tenemos que contemplar esta posibilidad y tomar las medidas oportunas para que esto no ocurra. Para ello, el paso principal es hacer un rastreo profundo del cielo para encontrar todos los objetos que se acercan a la Tierra con un tamaño suficiente para hacer un daño local grave, que se estima alrededor de los 300m. En la actualidad hay rastreos mediante telescopios norteamericanos y se planean algunos otros futuros que llegarán a este límite. Teniendo a estos objetos censados y observados, con sus órbitas bien calculadas, se podrían prever sus colisiones con más de 50 años de anticipación, y con ese margen de tiempo diseñar una misión espacial o una técnica de mitigación, que con mucha antelación no requiere explosiones nucleares ni nada de eso necesariamente, al contrario de lo que hemos visto en diversas películas.

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