Los agricultores del Bajo Andarax han lanzado una llamada desesperada de auxilio ante la grave situación provocada por la falta de agua para regadío, que amenaza con secar las cerca de 1.200 hectáreas de cítricos e invernaderos de la comarca si no se adoptan medidas de carácter “extraordinario y urgente” para atajar esta situación.
Una situación que ha llevado al alcalde de Gádor, Eugenio Gonzálvez García, a reclamar agua para evitar que el Bajo Andarax se convierta en un desierto debido a la falta de este bien preciado y la consiguiente quiebra del principal motor del desarrollo de la comarca y del principal medio de vida de muchas familias, que sigue siendo hoy por hoy la agricultura.
Este critico S.O.S. se produce tras la reunión mantenida con agricultores del Bajo Andarax, que le han hecho llegar su preocupación por la falta de agua para regar sus campos y que ya ha provocado la pérdida del 80 por ciento de las plantaciones de naranjos y dificulta seriamente la campaña hortícola en los invernaderos si esta situación no se remedia.
Consciente de la gravedad del problema y haciéndose eco de esta preocupación mostrada por los agricultores, Gonzálvez ha hecho un nuevo llamamiento a los responsables de la administración autonómica andaluza para que la Junta de Andalucía arbitre las medidas necesarias para paliar esta delicada situación, que se ha visto agravada en este último año debido a la práctica ausencia de precipitaciones.
Según Eugenio Gonzálvez, el Andarax se queda sin agua, se seca, y los agricultores de Gádor y de los restantes municipios del Bajo Andarax están teniendo serias dificultades para regar sus cultivos y, lo que es más grave, no saben a estas alturas de año que va a ser de sus cosechas si persiste la falta de agua.
“La falta de agua es un problema extremadamente grave en estos momentos. Actualmente hay en el Bajo Andarax –dijo Gonzálvez– un total de 1.189 hectáreas de cítricos, árboles frutales e invernaderos en plena producción, que se están secando debido a la ausencia de agua de riego. Esta situación entendemos que exige la puesta en marcha con carácter urgente de medidas extraordinarias que permitan salvar los cultivos”.
Gonzálvez recuerda, que ya en julio del 2014, siendo entonces presidente de la Mancomunidad de Municipios del Bajos Andarax, la Junta Gestora de dicha Mancomunidad acordó con el respaldo unánime de los alcaldes de los siete municipios de la comarca reclamar la adopción de medidas urgentes por parte de los responsables de la Junta de Andalucía para paliar esta situación crítica y, que tras la conclusión de las obras de ampliación de la Depuradora del Bobar de la capital, ha abierto un enfrentamiento por la gestión de las aguas depuradas para regadío debido a la falta de entendimiento entre la Comunidad de Regantes “Las Cuatro Vegas” el “Sindicato de Riegos de Almería y Siete Pueblos de su Río” sobre el uso de los cerca de 17 hectómetros cúbicos que generaría la EDAR.
Unas medidas que entiende el alcalde de Gádor, que pasan por la aplicación de “la legalidad”, de modo que se aplique el Decreto que permite el aprovechamiento para riego de los cultivos de las aguas residuales tratadas en la depuradora de “El Bobar” de la capital, para garantizar de este modo el agua de regadío de los sectores I, II y III que engloba a los siete pueblos de la comarca del Bajo Andarax, en el porcentaje de aprovechamiento que legalmente les corresponde.
