Santiago Girón: «Creo que tengo complejo de Dios»

Santiago Girón: «Creo que tengo complejo de Dios»

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Santiago Girón.

Santiago Girón lo ha conseguido; ha logrado el dinero que necesitaba para editar ‘El extraño caso de la mujer carbonizada’, gracias a una capaña de crowdfunding, que permitirá que vea la luz este libro ilustrado que aporta algo diferente a este formato.

Nació en La Carolina, Jaén, el 20 de mayo de 1963. Es guionista, dibujante de historietas y editor. Actualmente está afincado en Almería, concretamente en El Ejido, lugar donde encuentra trabajo fijo en el Área de Servicios sociales del ayuntamiento. También en Almería encuentra a grandes apasionados de la historieta junto a los cuales funda varias asociaciones, también impartió cursos de creación literaria junto con Emilio Picón. De perros y jabalíes es su primera novela gráfica, novela que marca el inicio del periodo más fructífero de Santiago Girón como autor.

¿Cómo surgió el proyecto? ¿y por qué financiarlo mediante crowfunding?

La idea de editar ‘El extraño caso de la mujer carbonizada’ a través de un crowdfunding apareció una tarde en Granada hablando con José, el editor de Traspiés. Él quería publicar más libros ilustrados que aportasen algo diferente a este formato. Había hecho cosas ya muy interesantes y a mí me había gustado especialmente un libro con unos textos fabulosos de Ángel Olgoso acompañados de unas fantásticas ilustraciones (no recuerdo ahora el nombre del ilustrador pero es un dibujante excelente, ya te digo). Yo había ofrecido a José varios proyectos en diversos formatos (novela gráfica, cuento ilustrado…) pero él se decantaba por esta suerte de experimento gráfico-literario que es ‘El extraño caso de la mujer carbonizada’. Ante algo tan poco convencional siempre surgen dudas. ¿Se venderá lo suficiente siquiera para sufragar gastos? Para superar este freno se nos ocurrió recurrir al crowdfunding.

¿Le está dando resultado?

El resultado ha sido realmente gratificante, no sólo por haber alcanzado -y rebasado- el objetivo económico que nos marcamos, de manera que aseguramos la rentabilidad financiera del proyecto, sino también por el contacto diario y estrecho que durante todo el proceso hemos podido mantener con los mecenas y otros colaboradores y amigos, que no solo han contribuido con su dinero, más aún con sus opiniones e ideas que en no pocos casos han hecho variar nuestras propias opiniones y que nos han dado luz, ánimo y mucho cariño.

¿Cree que incentiva la inversión en cultura?

Sí, claro, creo que el crowdfunding en particular y las nuevas formas de financiación y mecenazgo en general, surgidas en los últimos tiempos gracias a la crisis y las nuevas tecnologías, están contribuyendo muy positivamente a la producción cultural, al interés por los productos culturales novedosos y libres por parte del público. Hay una tendencia clara entre los autores, entre los creadores culturales, ha sustituir el histórico apoyo público en forma de subvención por diversas formas de mecenazgo o micromecenazgo privado que nos hace sentir más independientes, menos vulnerables a los vaivenes políticos y a esa sutil censura que, disfrazada de corrección política unas veces y otras de simple sugestión, nos hace rehenes de lo «culturalmente apropiado en cada momento».

¿Qué le inspiró a escribir La mujer carbonizada?

Un día me compré una libreta de hojas en blanco, como las que suelo utilizar para tomar apuntes y tal… no sé porqué, pero aquella libreta me inspiraba de forma especial y decidí dibujar en ella con un cierto orden, con una lógica de narrativa y coherencia general, sin que dejara de ser eso: una libreta de apuntes… Los dibujos los acompañaba de textos sin un argumento previo, pero las cosas se fueron hilando ellas solas, como casi siempre ocurre. Me encanta ordenar el caos, creo que tengo complejo de Dios.

¿A qué tipo de público está destinado?

A todo el público, incluso a las personas que no saben leer. En realidad se trata de un librito para colorear, así que seguro que puede sacarle provecho cualquiera… de hecho me encantaría que cada ser humano tuviese su ejemplar.

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