Rafael Escuredo defiende el estado autonómico en su investidura como Doctor Honoris...

Rafael Escuredo defiende el estado autonómico en su investidura como Doctor Honoris Causa

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Rafael Escuredo, flanqueado por el rector y Juan Cano Bueso.

El primer presidente de la Junta de Andalucía, Rafael Escuredo, ha sido nombrado hoy Doctor Honoris Causa por la Universidad de Almería, por su trayectoria política y su papel en la consecución de la autonomía para Andalucía. Escuredo se une al científico, Ginés Morata; y al ex ministro de Educación y secretario general de la UNESCO, Federico Mayor Zaragoza; que también han recibido esta máxima distinción de la Universidad. Además de la investidura como Doctor Honoris Causa, la Unviersidad de Almería también le ha dedicado una de las calles del campus a Rafael Escuredo, que se ha encargado de descubrir la placa metálica que lleva su nombre.

El profesor de la Universidad de Almería, Juan Cano Bueso, ha sido el padrino y, por tanto, el encargado de leer la laudatio dedicado a Rafael Escuredo, un texto en el que se enumeran los méritos que han llevado a la Universidad a la concesión de esta máxima distinción.

Tras la intervención de Cano Bueso, le ha llegado el turno al rector de la Universidad de Almería, Pedro Molina, que ha ensalzado la «profesionalidad, honradez y honorabilidad» demostrada por Rafael Escuredo a lo largo de toda su trayectoria pública le hacen acreedor “con todo merecimiento” de la distinción hoy recibida. “Los universitarios de Almería y con ellos los andaluces y españoles, han de tenerlo como persona distinguida por su trayectoria personal al servicio de ideas y valores que consideramos vigentes”, decía el rector en su discurso.

Finalmente ha sido turno para el homenajeado, que ha hecho un repaso por su trayectoria política y profesional. “Nunca les agradeceré bastante a mis padres, a quienes dedico emocionalmente este doctorado, que en mi más tierna infancia me matricularan en un colegio laico, liberal y tolerante como era la Escuela Francesa de Sevilla. Allí me eduqué junto a otros niños provenientes de familias luteranas o protestantes, lo que supuso un choque frontal con los valores y costumbres de la vieja España nacional-católica imperante en aquél tiempo, aunque yo, entonces, no lo supiera. Y allí empecé a entender, poco a poco, que “el otro”, el diferente, el que estudiaba y jugaba conmigo, aunque formaba parte de una realidad social estigmatizada y no oficializada, marcaría para siempre mi forma de entender el mundo y la vida. Desde entonces nunca me he sentido ajeno a la verdad de quienes no piensan como yo”, decía, en los primeros impases de su discurso.

Después de hacer un repaso detallado del proceso que culminó en la aprobación del primer Estatuto de Autonomía, Escuredo se ha detenido en la situación actual. “Nuestra victoria el 28-F fue la victoria de todos […] Pero la lucha continúa. Y hoy la desigualdad, con otro nombre, se llama Pacto Fiscal. […] Aceptar esto sería un segundo error, éste de interpretación constitucional, que vulneraría gravemente nuestra Carta Magna”.

También ha apuntado que “frente a un Estado seudo autonómico, fuerte y embridado, que muchos sectores conservadores añoran, debemos contraponer una concepción del Estado, homogéneo y solidario, abierto y tolerante, cooperativo y superador de cualquier prejuicio que lo presente como si éste fuera la causa de los muchos males que hoy azotan a un mundo globalizado económicamente y desestructurado políticamente”.

Para el ex presidente andaluz es injusto que se trate de aprovechar la crisis para acrecentar el miedo de la ciudadanía y cargar contra el Estado de las Autonomías. “Acusaciones como las de que el Estado autonómico ha sido el responsable de una presunta ruptura del mercado único, del despilfarro económico o de un debilitamiento de la marca España, son moneda común en el discurso de quienes más que reformar el Estado, lo que buscan es la refundación del mismo”, decía.

 

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