Níjar abre con un mercado de artesanía su Feria de Otoño

Níjar abre con un mercado de artesanía su Feria de Otoño

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Feria Níjar

Artesanía y diversión se unen en la Feria de Níjar

Las calles de Níjar se llenan hasta el próximo domingo de actividades festivas. La Villa celebra su Feria de Otoño. Además de verbenas, juegos infantiles y populares, la plaza del mercado sigue celebrando la que fuera feria ganadera más antigua de Almería. Los puestos están a rebosar de cerámica y jarapas, las dos especialidades de los artesanos nijareños.

Feria Níjar

Los telares artesanales siguen funcionando

La Villa de Níjar posee alguno de los ejemplos de oficios tradicionales más relevantes de toda la provincia, así que entre los días 18 y el 21, tenemos la mejor ocasión para ver, tocar o comprar las jarapas y cerámicas ‘típicas’ del lugar. Una cita con la artesanía en plena Feria de Otoño.

Los alfareros nijareños producían gran parte de los botijos por los que bebía todo el Levante; de sus telares salieron las jarapas sobre las que durmió buena parte de los vecinos de la comarca. En la Feria de Otoño todo vuelve, en parte, a ser como era. La plaza del mercado vuelve a rebosar de género a la venta en una cita que viene de lejos.  Se remonta a la trashumancia de la época nazarí y la mesta de Granada (s.XVI), arraigando en los mercados de plaza del s. XIX.
 
Hoy en día la Feria ya no es punto de encuentro entre ganaderos, ni los vecinos se acercan a la plaza para comprar productos esenciales. Los tratos con la palabra y la mano de por medio han dado paso al tapeo y la conversación entre amigos; las jarapas y botijos han dejado de ser objetos cotidianos para convertirse en piezas artísticas de un valor más sentimental o estético que de uso.

Jarapas de mil usos.
 
Los telares familiares y las fábricas de tinte eran negocios frecuentes en el Níjar de hace sólo unas décadas. Aún es posible, al pasear por sus calles, escuchar el inconfundible traqueteo del telar que hace nacer la jarapa. Para quien no las conozca ni haya dormido sobre ellas, la jarapa es una manta de diversos tamaños y utilidades. Con urdimbre de algodón, son tejidas a base de tiras de colores de retales procedentes de ropa usada. Lo ‘imperfecto’ e irrepetible de los retales hace que cada jarapa sea única y distinta.
Su uso más común era proteger los colchones, aunque también servía de ‘tendal’ para recoger la aceituna o eran usadas como alfombra. Hoy es un producto ‘típico’ que se mantiene vivo por esa afición del viajero a llevarse una pieza que resuma un lugar y un modo de vida.  La jarapa, en cierto modo, ha alcanzado la categoría de tapiz. Su precio económico y la infinita variedad de colores y utilidades le han dado justa fama como producto artesano de calidad. 

Cerámica artesanal
 
Por su parte, la cerámica  nijareña es la mejor muestra de la persistencia árabe a través de los siglos. Las semejanzas decorativas y de elaboración no dejan lugar a dudas. Su producto estrella: el botijo.
Hoy siguen trabajando cinco talleres en la parte baja del pueblo. Algunos mantienen todavía vivo el régimen artesanal familiar y los modos manuales dominan en todo el proceso de producción.  Desde el trabajo sobre el barro hasta la decoración y la cocción; todo se hace sin más medidas de control que el buen ojo del artesano. Un instinto fundamental para conseguir la temperatura necesaria en el horno o para darle el ‘toque último’ que hace única a cada pieza de cerámica de Níjar. 
Un lugar para lo moderno
 
Hoy en día los talleres de cerámica se han abierto también a la modernidad. Los ‘supervivientes’ siguen con las piezas de siempre, pero se han abierto hace tiempo a las obras decorativas. Artesanos venidos de fuera se han instalado en Níjar y ofrecen una interesante fusión entre tradición y modernidad que amplía la oferta casi hasta el infinito. Se respetan materias primas y modos de trabajar pero se asume una perspectiva más moderna de la tradición. Ellos aportan nuevos matices en los puntos de venta. En cuanto al visitante, cada uno se quedará con lo que más le llene el ojo. En cualquier caso, la cita con la artesanía  nijareña, la de siempre y la de ahora, es la mejor ocasión para hacerse con piezas que nos hablan del pasado sin dejar de mirar al futuro.

 

PROGRAMACIÓN DE LA FERIA DE OTOÑO

La programación de la feria de otoño viene también cargada de actividades.

El miércoles 17 tendrá lugar, a las 17:30, el pasacalles y cabalgata acompañada de la Banda de Música. A las 21:00 será la lectura del pregón a cargo de D. Francisco Camacho, el concurso de carrozas y la presentación de reinas y mister de la feria. A las 23:00 h comenzará la verbena popular amenizada por la Orquesta Melodías.

El jueves 18 dará comienzo a las 12:00 con juegos infantíles. A las 16:00 será el desfile de abuelas, madres, hijos y nietos con trajes típicos por las calles de la Villa. A las 21:30 está programada la actuación del Grupo Invantil de baile bajo la dirección de Bienvenida Nieto. Cerrará el día la Verbena amenizada por la orquesta Máxima. 

El viernes 19 llegará los juegos populares, el Karaoke, los castllos hinchables y la fiesta de la espuma para los más pequeños de la casa. A las 22:00 h volverá la verbena, esta vez con la Orquesta Prometida.

El sábado 20 llega, a las cinco de la tarde, la Ginkana de carrillos de mano tuneados. A las 18:00 actuará el grupo de percusión Batuka, y a las 22:00 la Orquesta Prometida amenizará la verbena.

El domingo 21, a las 11:00, tendrá lugar la Concentración Motera. A partirá de las 22:00 habrá verbena amenizada por la Orquesta Costa Cálida. Le seguirá la entrega de trofeos y la traca de fin de fiestas (02:900 h). 

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