Ernesto Cardenal seduce a la Universidad en la apertura del Mayo Poético

Ernesto Cardenal seduce a la Universidad en la apertura del Mayo Poético

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Ernesto Cardenal, una de las principales voces de la poesía en América Latina, ha ofrecido hoy un recital en el Auditorio de la Universidad de Almería en el que ha dejado patente por qué es uno de los poetas vivos más importante en lengua castellana. Es también, sin duda, la voz más conocida de la poesía nicaragüense tras Rubén Darío. Nació en la ciudad de Granada, en 1925, en el seno de una familia acomodada, pero pronto decidió renunciar a sus privilegios de clase. En 1965 fue ordenado sacerdote y fundó la mítica comunidad de Solentiname, un lugar en el que poetas, pintores y otros artistas convivieron hasta su destrucción masiva, llevada a cabo por la Guardia Nacional de la dictadura somocista. Fue nombrado Ministro de Cultura tras el  triunfo de la revolución sandinista, en 1979. Candidato en numerosas ocasiones al Premio Nobel de Literatura, es autor de poemarios de referencia como Hora Cero o Salmos, de los que hoy ha recitado algunos poemas. Mañana, la protagonista será la Nobel Herta Müller, con una lectura poética en la Diputación de Almería, a partir de las 20 horas.

El poeta nicaragüense ha abierto el segundo ‘Mayo Poético’ que organiza la Universidad de Almería. Recitales poéticos que se prolongarán hasta el viernes y que tienen como fin reflexionar sobre nuestro tiempo a través de la palabra esencial que decía Antonio Machado, como hoy señalaba el Rector de la UAL, Pedro Molina. “La palabra nos hace libres, iguales, dignos y hasta nos puede hacer justos. Y la poesía es la elaboración humana en que de forma espontánea y también reflexiva, más se hace presente el cuidado e interés por las palabras. Es la palabra que a veces buscamos y no encontramos para definir un sentimiento profundo”, afirmaba Molina en su presentación.

La poesía de Ernesto Cardenal también es indefinible: rompe límites y convenciones, entremezcla lírica con épica y drama, disuelve los espacios de la prosa y del verso y los integra continuamente en una arquitectura, la de sus poemas, que suele desquiciar los ritmos, los espacios, las concatenaciones. Su poesía deviene más que revelación, en documento. Proteger al pueblo con la palabra, que es el arma única de que puede disponer con libertad el poeta.

La suya es, sin duda, una poesía con un explícito y contundente sentido político-moral, no para adoctrinamiento ni para educación o evangelización de conversos, y mucho menos para anatema de ateos y agnósticos. Alguna vez aseveró Don Ernesto Cardenal que también los ateos se salvarán.

Sus libros y sus palabras son el compendio de una vida intensa y fructífera. Educado con los Jesuitas y en universidades internacionales, los pilares de su azarosa vida de adulto fueron y son la literatura, la religión, la política y el amor. Poeta y revolucionario con el Frente Sandinista, Ministro de Cultura, monje trapense e impulsor de la Teoría de la Liberación en América Latina, sus actividades políticas tuvieron como consecuencia que el Papa Juan Pablo II le desposeyera de su condición de sacerdote. Hoy, a sus 85 años, conserva la energía y la lucidez de su juventud y sigue postulando sus ideales de siempre.

 

 

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