Los niños, los verdaderos artistas de El Diluvio de Noé

Los niños, los verdaderos artistas de El Diluvio de Noé

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Espectacular puesta en escena de El Diluvio de Noé.
Espectacular puesta en escena de El Diluvio de Noé.

Más de 300 niños, repartidos entre el escenario y los palcos, músicos y coro, unos con camisa blanca y otros disfrazados de animales con trajes elaborados con más de 13.000 tiras de colores de goma eva. Todos mirando con orgullo los numerosos aplausos de un entregado público. Así se ha despedido ‘El Diluvio de Noé, la transformación’, una apasionante producción de la OCAL representada este domingo, en el Auditorio Maestro Padilla, que ha unido música, teatro y ópera. 

El concierto ha sido interpretado por la Orquesta Infantil, y arropado por la Juvenil, un sexteto de la Orquesta Ciudad de Almería, el Coro de la OCAL y coros de los colegios Ginés Morata, La Jarilla de Huércal de Almería, y alumnos de flauta dulce del IES Azcona. Y como protagonistas, las voces de José Miguel Baena (Noé) y Gloria Oya (señora de Noé). Un complejo espectáculo bajo la dirección musical de Michael Thomas y la dirección de escena, escenografía, estilismo e iluminación de Zamira Pasceri.

La escenografía envuelve al propio público en la historia ya que se usa todo el Auditorio para el concierto: escenario, patio de butacas y palcos. Los animalitos del coro infantil suben y bajan las escaleras, las flautas resuenan desde un palco, los metales en el otro, el coro de la OCAL en el segundo nivel… Una original y compleja producción, difícil mover a tantas personas, que ha atrapado al numeroso público que no quería perderse ningún detalle.

Una inmensa arca ubicada en el escenario centra la mirada de la historia, una versión moderna compuesta por Benjamin Britten, que quiere mostrar la importancia que tienen los libros para el conocimiento y la moral. Un colegio cambia con la llegada del profesor Noé, que motivará a los niños para reconocer la importancia del saber, y así les pedirá ayuda para realizar un arca con la que recorrer el mundo. Todo ello guiado por una narración en off especial, la voz de Dios, en este caso una sorpresa muy reconocible, el antiguo alcalde de Almería, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador.

A lo largo de casi una hora los protagonistas viven mil y una aventuras, con diluvio incluido. Los efectos especiales, iluminación y audiovisuales transmiten perfectamente la sensación de la lluvia, los niños y niñas van entrando en el barco, hay que salvar el mundo y los libros, con Noé a la cabeza.

El Auditorio ha puesto el cartel de no hay billetes y las butacas del patio de butacas, anfiteatro y los palcos se han llenado de unos espectadores que han disfrutado con la producción de la Orquesta Ciudad de Almería.

Michael Thomas, como siempre, ha realizado un excelente trabajo con los niños y jóvenes, a los que ha sacado todo lo mejor en su continua progresión musical. También hay que valorar la original escenografía, un trabajo dirigido por Zamira Pasceri. Y la respuesta del público, increíble. Lleno hasta la bandera.

Los 300 niños se reparten entre 80 que pertenecen a la OIAL, 35 son alumnos de flauta dulce del IES Azcona y otros 90 pertenecientes a los colegios La Jarilla de Huércal de Almería y el CEIP Ginés Morata de Almería, que realizan el coro de animales que se ha subido al arca.

Alumnos y profesores del IES Alhadra, así como del centro de menores El Molino, participan en la elaboración del maquillaje, máscaras y vestuario. Y también ha habido voluntarios de la OCAL y la FAAM (Federación Almeriense de Asociaciones de Personas con Discapacidad).

Una magnífica representación, que ha puesto al público en pie y el cartel de lleno esta tarde en el Auditorio Maestro Padilla.

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