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Las mujeres firmaron el 63% de los contratos de personas con estudios superiores en Almería en 2020

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Un estudio del SAE publicado con motivo del 8M indica que la participación femenina en el mercado laboral aumenta a mayor cualificación

En el año 2020, las mujeres con estudios postsecundarios firmaron en Almería 14.761 contratos de trabajo, el 63,3% de todos los contratos formalizados por personas con este nivel formativo en la provincia. Es uno de los datos que revela el monográfico ‘La Mujer en el Mercado de Trabajo Andaluz 2020’, elaborado por el Observatorio Argos (Sistema de prospección permanente del mercado de trabajo en Andalucía) del Servicio Andaluz de Empleo, y que se publica anualmente coincidiendo con la celebración, el 8 de marzo, del Día Internacional de la Mujer.

Ana Guzmán, joven investigadora de Cellbitec.

El estudio, que se puede descargar en http://lajunta.es/2xcig , indica también que casi la mitad de los contratos de personas con estudios secundarios en la provincia el año pasado los firmaron mujeres, que por otra parte, representan el 29,1% de la contratación de almerienses sin estudios y el 35,1% de quienes tienen estudios primarios.

La población femenina en edad de trabajar (de 16 años en adelante) en Almería ha crecido un 1,2% en 2020, alcanzando las 289.600 personas, lo que representa un 49,7% del total de los habitantes de la provincia en edad laboral. Sin embargo, su peso en la afiliación a la Seguridad Social es menor, del 43,5%. Alcanza el 96,4% en el sistema especial de empleados/as del hogar, el 48,7% en el régimen general, el 36,5% en el régimen de autónomos y el 32,4% en el régimen especial agrario.

Impacto de la crisis de la COVID-19

Los datos de la Encuesta de Población Activa de 2020 revelan el impacto negativo que ha tenido la crisis del coronavirus en el empleo femenino en Almería: aunque la población femenina en edad laboral ha aumentado un 1,7%, hasta 289.600 personas, han decrecido las mujeres activas (-2,5%) y ocupadas (-11,7%) y aumentado las que están en paro (32,7%) , así como la población femenina inactiva (5,1%). Las tasas de empleo y de actividad caen 5,3 y 1,9 puntos, respectivamente, quedando en el 36,1% y 50,4%, mientras que la tasa de paro crece en 7,5 puntos y se sitúa en el 28,3%.

La crisis socioeconómica se refleja también en la contratación de mujeres en Almería durante el año pasado, que se contrajo en un 22,8% respecto a 2019, con 122.464 contratos, el 41,3% del total firmados en la provincia, lo cual supone también un menor peso de la mujer en la contratación almeriense. Por duración de los contratos, 8.772 fueron indefinidos, el 7,2%, y el resto temporales.

Actividades que generan más empleo femenino en Almería

Los sectores que mayor empleo femenino generan son la restauración, el comercio y los servicios personales, con 27.971 contratos, el 58,2% de todos los registrados en estas actividades en la provincia el pasado año. El peso femenino es especialmente alto, del 66,5%, en las contrataciones de personal técnico y científico (8.297 contratos) y entre el personal administrativo y contable (60,8%). Por el contrario, la mujer está subrepresentada en actividades como la industria manufacturera y de la construcción (27%) y el montaje y manejo de instalaciones y maquinaria (7,5%).

A 31 de diciembre de 2020, el paro femenino registrado en Almería era de 38.370 personas, el 55,9% del total de personas desempleadas en la provincia; la mitad de ellas contaba con estudios secundarios, sólo el 13,2% tenía estudios postsecundarios y un 10,8% carecía de estudios.

Poniendo el foco en el tiempo de demanda, el 47,5% llevaba en paro más de 12 meses y además su peso en el total de desempleados de larga duración es también mayor que el de los hombres, alcanzando el 60,7%. Las mujeres en desempleo en la provincia pertenecen mayoritariamente al sector servicios (72,8%) y especialmente se encuadran en actividades de ocupaciones elementales, hostelería y comercio.

En cuanto a la movilidad geográfica, en 2020 Almería ha recibido a 7.467 trabajadoras procedentes de toda España, la mayoría de ellas de Murcia (4.486), Madrid (765), Comunidad Valenciana (676) y Cataluña (379). De Almería han partido el año pasado buscando un empleo 6.766 mujeres, por lo que el saldo es positivo. Las almerienses han preferido para trabajar fuera de Andalucía las comunidades de Murcia (2.298), Madrid (1.657), Cataluña (604), Castilla León (298) y Castilla La Mancha (286).

El peso de las mujeres extranjeras en el mercado laboral almeriense es de los mayores en Andalucía. Dos de cada diez trabajadoras en nuestra provincia procede de otro país. Entre los 20 municipios andaluces con mayor población femenina extranjera empadronada figuran cinco almerienses: Roquetas de Mar (11,885 mujeres, el 3,4%), El Ejido (11.088, el 3,2%), Almería capital (10.493, el 3%), Níjar (5.760 el 1,7%) y Vícar (3.232, el 0,9%).

En consonancia, el peso de las mujeres extranjeras en la contratación femenina es el segundo mayor de Andalucía, tras Huelva, con el 28%. Entre los 14 municipios andaluces donde las mujeres extranjeras superan el 65% de las mujeres contratadas figuran varios de Almería: Somontín, Chercos, Bacares, Líjar, Castro de Filabres y Olula de Castro.

En cuanto al desempleo, el colectivo de mujeres extranjeras en paro (9.059 personas en 2020) supone el 57,4% del total de la población extranjera en desempleo en la provincia, y el 23,6% del total del paro entre las féminas.

La Consejería de Empleo, Formación y Trabajo Autónomo desarrolla diversas políticas para mejorar la empleabilidad de las personas demandantes de empleo en Andalucía. Dentro de estas medidas está el programa de Acompañamiento a la Inserción, que ha contado en 2020 con 325 mujeres participantes en Almería, el 48,9% del total de beneficiarios; en el programa de Experiencias Profesionales para el Empleo el porcentaje es del 55,6% con 80 participantes femeninas; y en el de Acciones Experimentales, se eleva al 61% del total de beneficiarios, con 130 mujeres participantes.

Medidas contra la desigualdad

La Consejería de Empleo, Formación y Trabajo Autónomo va a impulsar un paquete de incentivos cuyo objetivo es propiciar mejores condiciones para que la mujer no tenga que abandonar el mercado laboral y que tanto hombres como mujeres puedan conciliar sus tareas labores con las familiares, que cuenta con un presupuesto inicial de 6,9 millones de euros.

Tres de estas medidas serán desarrolladas por el Servicio Andaluz de Empleo y beneficiarán en torno a 640 personas desempleadas. La primera línea de ayudas aborda la nueva situación que está generando la pandemia con la extensión del teletrabajo e incluye una subvención dirigida a las empresas para las nuevas contrataciones labores indefinidas que lleven a cabo a jornada completa que incluyan en el contrato como medida de flexibilidad horaria que parte de la jornada de trabajo se realice mediante el trabajo a distancia.

La segunda y tercera línea de ayudas tratan de remover los obstáculos que sobre el empleo producen las responsabilidades familiares. Así, se incentiva la contratación de desempleados inscritos en el Servicio Andaluz de Empleo y en el Sistema Especial de Empleados del Hogar del Régimen General de la Seguridad Social para el cuidado de menores de tres años o de discapacitados con un grado mínimo del 75% y personas dependientes.

La mujer en el mercado laboral andaluz, principales datos

El estudio realizado por el Observatorio ARGOS hecho público hoy recoge que la participación de la mujer en el mercado de trabajo andaluz prácticamente se multiplica por siete en el caso de que tengan una mayor cualificación profesional. En Andalucía, la tasa de actividad femenina supera el 75% para las que tienen estudios universitarios o de doctorado, mientras que no alcanza el 10% en el caso de mujeres sin estudios.

A pesar de que las mujeres representan el 50,7% de la población andaluza y que en los últimos trece años la población femenina ha crecido con mayor intensidad que la masculina en la comunidad (un 2,43% más en los últimos trece años), su participación en el mercado laboral sigue siendo menor que la de los hombres pero aumenta conforme lo hace la cualificación de las mujeres, de modo que, en los estratos con mayor formación, el peso de la población femenina en el mercado se equipara a la masculina.

El informe del SAE apunta los motivos por los que la mujer no participa en el mercado de trabajo: una vez más, la dedicación a las tareas del hogar es la causa citada por el 43,7% de las mujeres andaluzas inactivas. En el caso de los hombres, la razón mayoritaria (64% de los casos) es el percibir una pensión de jubilación.

Características del empleo femenino

Durante el pasado año, en Andalucía había un total de 1.281.900 mujeres trabajadoras, lo que supone el 42% de la población ocupada (datos de la Encuesta de Población Activa). En ella, según indica el estudio de Argos, se observa una mayor tendencia por el trabajo por cuenta ajena (el 85% de la población femenina ocupada frente al 79% del colectivo masculino) y sólo un 3,13% son empresarias con asalariados frente al 6,67% de hombres empresarios con asalariados.

La tasa de temporalidad de las trabajadoras andaluzas es casi un punto y medio superior a la de los hombres y nueve de cada diez mujeres trabajadoras lo hace en el sector servicios (más de la mitad de los trabajadores de este sector son mujeres). Por el contrario, la mujer está subrepresentada en el resto de sectores de actividad, especialmente en el de la construcción (sólo un 5,12% de los trabajadores son mujeres).

Sin embargo, si bajamos al nivel de ocupaciones, hay una mayor presencia de mujeres que de hombres en el empleo como técnicos y profesionales científicos e intelectuales, una ocupación de alta cualificación donde la representación femenina roza el 56%.

El importante descenso de la actividad económica que se produjo en 2020 debido a la pandemia ha tenido una consecuencia directa en el empleo. Durante el pasado año se destruyeron en Andalucía 98.600 empleos, el 61% de ellos ocupados por mujeres (60.700 empleos menos).

Este descenso lo ha provocado la caída en las actividades económicas como la hostelería (que cuenta con 38.200 ocupadas menos, un 23,10% menos de las que había en esta actividad en 2019); el comercio al por mayor y al por menor (en el que se ha destruido 11.000 empleos femeninos), o las actividades administrativas y servicios auxiliares (9.700 empleos perdidos, un 12,25% menos).

Población parada femenina

La población parada femenina es de 462.900 personas, lo que representa el 53% de los parados totales en la comunidad. La tasa de paro se sitúa en el 26,5% en el caso de las mujeres, frente al 18,8% en el que se cifra la tasa de paro masculina.

El nivel formativo de las mujeres que participan en el mercado laboral también está estrechamente relacionado con sus oportunidades de acceder a un empleo. De hecho, la incidencia del paro es mayor entre las mujeres con menor cualificación, como son las mujeres analfabetas, con una tasa de paro del 53,39%, o con educación primaria con un 44,19%; siendo de sólo el 17,01% entre las mujeres que tienen estudios superiores.

El monográfico indica que el 46% de los 3.035.386 trabajadores afiliados a la Seguridad Social en Andalucía son mujeres, un porcentaje similar al de referencia a nivel nacional y que sitúa a Andalucía como la duodécima comunidad autónoma del país con mayor representación femenina en la afiliación. Por regímenes, las mujeres son mayoría en Andalucía en el sistema especial de Empleados de Hogar (95%) y entre los trabajadores afiliados al régimen general agrario (51,5%).

Atendiendo a la contratación y las características de los puestos de trabajo que ocupan las mujeres andaluzas, el estudio indica que el pasado año se llevaron a cabo 1.536.023 contratos a mujeres, entre los que destacan los correspondientes a mujeres de entre 25 y 44 años (56%) y con estudios secundarios (49%).

El número de contratos registrados a mujeres con estudios postsecundarios supera al de hombres con el mismo nivel de estudios, lo que denota una preferencia del empresariado por la mujer con una formación elevada. Concretamente, casi 6 de cada 10 contratos registrados a personas con estudios superiores corresponden a mujeres.

El alto porcentaje de contratos a jornada parcial es una característica que distingue la contratación femenina. Durante el 2020 la proporción de contratos de jornada parcial registrados a mujeres duplicó a la de hombres: un 37,92% de la contratación femenina frente a un 16,27% de contratación masculina. Esta situación no solo se debe a una elección o necesidad del empresario, sino a una opción de la mujer trabajadora para conciliar la vida laboral y la familiar.

Participación en políticas activas de empleo

El estudio también describe la participación de la mujer en los programas de políticas activas de empleo desarrolladas por el SAE con el objetivo de mejorar la empleabilidad y lograr la inserción laboral de la población activa en Andalucía. En este sentido, el informe destaca que el 61% de los participantes en Itinerarios Personalizados de Inserción fueron mujeres (67.017 participantes). De ellas, 5.073 fueron derivadas al programa de Acompañamiento a la Inserción, un servicio de asesoramiento o acompañamiento intensivo en el proceso de búsqueda de empleo.

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