La transición en los pueblos de Almería

La transición en los pueblos de Almería

Compartir
Image

Nono Amate y Ramón Ponce votando el el 79

La Transición política en España tras la muerte del dictador Francisco Franco no fue sólo un plan diseñado desde las élites políticas. También fue un proceso impulsado desde las organizaciones sociales y la sociedad civil que ansiaban un cambio de aires en el modelo de Estado tras cuarenta años de dictadura. Un proyecto de investigación de la Universidad de Almería en convenio con Diputación pretende saber ahora qué pasó en esos años, sobre todo en los pequeños pueblos de la provincia, quiénes fueron sus alcaldes y concejales, analizar las protestas sociales, y sobre todo cómo colaboraron en conseguir la democracia en la que hoy vivimos. 

Difícilmente se puede cuestionar que la España actual es, social y políticamente, heredera directa del proceso democratizador iniciado tras la muerte del general Franco, un proceso que permitió a nuestro país pasar de una dictadura a un régimen constitucional. La democracia española había tenido sus antecedentes más inmediatos en la II República, cuyo referente simbólico no hay que olvidar y mucho menos negar, pero no se pudo consolidar hasta iniciados los años 80 del siglo XX. Por ello, muchos historiadores y otros científicos sociales, consideramos imprescindible el conocimiento de este proceso para comprender y explicar la España en la que vivimos. Así, y para completar con acierto la secuencia cronológica, además de recuperar la memoria histórica, entendemos que hay que plantearse con rigor la necesidad de aproximarnos a lo que podemos denominar “Memoria democrática”. Y para ello, sería muy conveniente constituir un centro de estudios y documentación en la provincia que recogiera bibliografía, documentación de archivos públicos y privados, imágenes fotográficas y de vídeo, y, lo que es imprescindible hacer ahora: el testimonio de protagonistas y testigos de los hechos históricos.

Image

Pleno en el Ayuntamiento de Vera

No obstante, la Transición se nos presenta muy a menudo como un plan elaborado por las elites y donde el pueblo aparece como “un juicioso pero mero espectador”. Y, aunque es innegable que los protagonistas individuales desempeñaron un papel relevante, no lo es menos que su actuación se vio permanentemente condicionada por el comportamiento de los actores sociales. Consideramos, por ello, muy necesaria la realización de proyectos de investigación que analicen los movimientos sociales y políticos existentes en cada región española, con el fin de poder profundizar más y establecer análisis comparativos entre las distintas zonas. Pensamos que sólo así podremos acercarnos con exhaustividad a un factor fundamental a la hora de explicar el proceso democratizador.

En este sentido, es una asignatura pendiente de la historiografía española investigar a fondo lo que sucedió en los distintos municipios. Se trata de realizar una “historia desde abajo”, no para sustituir a los estudios que analizan la dinámica de los grandes centros de decisión, sino para complementarlos y permitir alcanzar un conocimiento más completo de lo que fue la Transición.  

Con estas premisas, y en el marco del convenio suscrito entre la Diputación Provincial y la Universidad de Almería, el Grupo de Investigación “Estudios del Tiempo Presente” del que soy responsable, va a llevar a cabo un proyecto de investigación que permita, en un plazo de tres años, poder conocer el proceso de transición a la democracia en los municipios de la provincia. 

Los ayuntamientos de 1979.

Hay que recordar también que el próximo día 3 de abril de 2009 se conmemorará el trigésimo aniversario de las primeras elecciones locales democráticas celebradas tras el fin de la dictadura franquista. Y ante esta conmemoración, por su relación directa con el proyecto de investigación que ahora se presenta, me gustaría plantear algunas reflexiones. Los comicios de 1979 inauguraron una nueva etapa política en el proceso de transición a la democracia, ya que en las nuevas corporaciones elegidas encontramos, a la vez, la extensión de la democratización a los pueblos, un nuevo modelo de gestión municipal, la consolidación de los partidos políticos, el acceso de las izquierdas al poder y, como consecuencia de esto último, la confirmación de una alternativa de gobierno a nivel nacional.

Image

Liberación de los detenidos en el conflicto pesquero

En efecto, para cumplir la Carta Magna refrendada por los españoles en diciembre de 1978, el proceso democratizador debía llegar a los habitantes de todas las poblaciones, incluidas las más pequeñas y recónditas de la geografía española. Y en esta labor, los nuevos ayuntamientos tenían una función primordial y decisiva al ser la administración más cercana a los ciudadanos. De hecho, no podemos situar el final de la transición hasta que la gestión de las corporaciones elegidas sea una realidad. 

Así, en la cotidianidad de la vida local, se fue asentado progresivamente una cultura democrática que fue asumiendo como normal la pluralidad política, en el mismo escenario donde durante 40 años sólo había imperado un discurso oficial controlado por el Estado. Los nuevos ayuntamientos se convirtieron en un punto de encuentro entre representantes de las distintas tendencias políticas. Y, aunque surgieran conflictos, empezaron a compartir plenos municipales antiguos franquistas y militantes socialistas, comunistas o nacionalistas. Esto, que ya había ocurrido en las Cortes desde 1977, sucedía ahora en los distintos pueblos de España.

La llegada al poder municipal de los grupos de la oposición al franquismo demostraba, en definitiva, que se estaba culminando un proceso sincero de transición a la democracia. La alternancia ya no era un precepto teórico o un simple desideratum, sino que se concretaba en la realidad política. Por ello, no nos debe extrañar tanto que un político tan lúcido como Miguel Herrero de Miñón recuerde que el vicepresidente del Gobierno de entonces, Fernando Abril Martorell, considerara “un éxito político de Estado el triunfo municipal del PSOE”.

También debemos hablar de un nuevo modelo de gestión municipal porque, precisamente como consecuencia del renovado marco político, en el primer mandato de corporaciones locales democráticas advertimos una forma distinta de gobernar. Aunque el control del Gobierno Civil siguió siendo muy importante, encontramos una mayor autonomía en las decisiones. La propia legitimación democrática propiciaba que los alcaldes y concejales vieran reforzados sus cargos frente a otras instituciones y ante los mismos ciudadanos. Además, las corporaciones del franquismo habían tenido una mayor tendencia a “administrar”, mientras que los ayuntamientos surgidos de las urnas estaban más orientados a “hacer política”Podemos destacar también un talante más abierto en la nueva gestión municipal llevada a cabo a partir de 1979, en el sentido de contar más con el movimiento vecinal a la hora de tomar las decisiones. En cierto modo, las asociaciones de vecinos habían alcanzado un gran protagonismo durante la etapa previa debido a la falta de legitimidad de las corporaciones franquistas.

Image

Azafatas de la UCD en el 82

Pero la acción política no fue incompatible con la búsqueda del consenso, otra característica de estos primeros gobiernos locales democráticos. En efecto, las investigaciones realizadas apuntan a una cierta co-responsabilidad entre los distintos grupos políticos a la hora de tomar decisiones en el ámbito municipal. 

Asimismo, aunque las elecciones locales de 1979 permitieron constatar el alto grado de implantación de los partidos y, lo que es más importante, el destacado respaldo popular que alcanzaron, también es cierto que más del 15 por ciento de los votos fue depositado con candidaturas independientes o grupúsculos, que obtuvieron la cuarta parte de concejales y de alcaldes. Éste era un síntoma de un sistema de partidos que todavía no estaba totalmente consolidado. 

Finalmente, los resultados electorales permitieron a los partidos de la oposición llegar al poder en España por primera vez desde los años de la guerra civil, si exceptuamos su presencia en los entes preautonómicos, con escasas competencias todavía. Así, los ayuntamientos se convirtieron en un magnífico laboratorio de experimentación para el ejercicio del poder por las izquierdas y, lo que es más importante, se confirmaba que el PSOE era una alternativa real de la UCD en la Moncloa. 

No quisiera terminar esta reflexión sin mostrar públicamente mi reconocimiento a las instituciones protagonistas del convenio, y representadas por sus máximos responsables, por haber entendido y apoyado este proyecto de investigación. También quiero solicitar la colaboración de los ayuntamientos de la provincia almeriense, cuyo apoyo resulta imprescindible en la ejecución del trabajo que se lleve a cabo en los distintos municipios. 

Creo que todos estaremos de acuerdo en concluir que los resultados de esta investigación redundarán en un mejor y más amplio conocimiento de la historia de nuestros pueblos y, por ello, contribuirán a una más certera comprensión de la sociedad en la que vivimos. 

Image

Firma del convenio de investigación

OBJETIVOS DEL PROYECTO 

1) Contribuir a la investigación de la historia española reciente a partir de los acontecimientos en el ámbito provincial almeriense.

2) Recuperar la memoria y el protagonismo de la sociedad en la Transición.

3) Destacar el papel de los municipios en el proceso democratizador posfranquista. 

4) Divulgar el conocimiento de la historia entre los ciudadanos, utilizando las tecnologías de la información y la comunicación.

5) Contribuir a la educación, base del progreso y el bienestar de hombres y mujeres que forman la sociedad, desarrollando una cultura de calidad, alejada del simple entretenimiento y del sensacionalismo, integrando rigor y divulgación.

1) Conocer el proceso democratizador posfranquista en todos y cada uno de los  municipios que integraban la provincia de Almería en el período.

2) Investigar la formación y desarrollo de las principales organizaciones sociales constituidas en todos los municipios (partidos políticos, sindicatos, asociaciones empresariales, de vecinos, culturales…)

3) Reconstruir las actividades de reivindicación y lucha por la democracia llevada a cabo en los municipios almerienses desde los años finales del franquismo.

4) Analizar la dinámica política de cada uno de los pueblos, especialmente en lo referido a la gestión llevada a cabo en las corporaciones locales democráticas (1979-83).

5) Estudiar la evolución electoral en cada una de las circunscripciones y en las distintas convocatorias: referendas, elecciones generales, autonómicas y locales

.6) Localizar la documentación municipal referida a la etapa en cada uno de los archivos locales, provinciales, nacionales y particulares.

7) Recopilar imágenes de personas que desempeñaron un papel activo en el proceso, ya sean del ámbito municipal, sindical, vecinal, cultural…., así como de actos públicos que reflejen el proceso democratizador.

8) Constituir un archivo de testimonios orales con las grabaciones de las personas entrevistadas.

9) Preparar, en la fase final, una página web que recoja el material recopilado y los resultados del proyecto de investigación, y que permita la interrelación con la sociedad para enriquecer el proyecto.

10) Redactar el original de una historia general de la Transición en todos los municipios de Almería, incluyendo material gráfico y un detallado apéndice documental.  

No hay comentarios

Deja un comentario