La rinoplastia, o cirugía estética de la nariz, es una de las operaciones de cirugía estética más solicitada de España. De hecho, figura en quinto lugar entre las intervenciones de este tipo más realizadas. La Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética, SECPRE, señala que un español de cada 1.000 solicita este tipo de intervención, tanto por motivos estéticos como por otros de tipo funcional, es decir, por dificultad respiratoria nasal.
El aumento del número de personas que solicitan este tipo de intervenciones, no sólo de rinoplastia sino en todo el ámbito de la cirugía estética, ha dado pie a la aparición de cirujanos inexpertos y sin la titulación requerida. Por ese motivo es aconsejable para todo aquél que quiera someterse a algún tipo de operación, como por ejemplo en este caso sobre la nariz, que recurra a un cirujano que pueda acreditar su profesionalidad y titulación. Es recomendable recurrir a establecimientos como el Centro Médico Prada en Sevilla, donde el paciente está en manos de expertos.
Como se ha dicho anteriormente, los motivos por los que una persona decide someterse a este tipo de operación son diversos. Uno de ellos puede ser el deseo de cambiar la forma la nariz para mejorar su aspecto, y así hacer que, indirectamente, los rasgos del rostro en general se vean realzados. Otros motivos posibles pueden ser cuestiones de salud, como en el caso de pacientes que tienen dificultades para respirar con normalidad. La intervención puede resolver bien uno de estos dos aspectos, el funcional y el estético, o bien los dos a la vez. En cuanto al resultado, hay que saber que, sea cual sea el motivo de la intervención, no siempre se puede predecir con exactitud el resultado final, al igual que ocurre con el resto de intervenciones quirúrgicas en general, ya que hay diferentes factores de los que depende este resultado, como por ejemplo la cicatrización de cada organismo.
Debido a que para la realización de una rinoplastia suele ser necesaria la anestesia general, o en algunos casos una sedación, es muy importante el acondicionamiento del centro que se haya elegido. Una operación de tal calibre debe realizarse necesariamente en un quirófano homologado en un centro médico que cumpla con todas las normas de seguridad, y que permita la permanencia del paciente en el período postoperatorio inmediato el tiempo que sea necesario, incluso pernoctando en la mayoría de los casos.
Aunque la rinoplastia se puede realizar a cualquier edad, y de hecho la corrección de algunas malformaciones nasales congénitas, como las asociadas al labio leporino y a la fisura del paladar, se realiza en la primera infancia, en general la rinoplastia estética requiere para un óptimo resultado que la estructura ósea nasal haya completado su desarrollo. Por tanto si se trata de un paciente muy joven, hay que analizar si la estructura ósea está ya madura, y también si a nivel psicológico está preparado para ese cambio que modificará las facciones de la cara. Por lo tanto, dicho esto, se recomienda esperar a la mayoría de edad para someterse a esta intervención, a no ser que por motivos respiratorios sea necesario practicarla antes.
