La Posidonia está en regresión desde hace medio siglo

La Posidonia está en regresión desde hace medio siglo

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Un estudio científico confirma lo que muchos sospechaban. La posidonia oceánica ha reducido su extensión en el Mediterráneo Occidental entre un 13 y un 38 por ciento en los últimos cincuenta años, y en el resto de áreas en las que está presente ha reducido su densidad en un 50 por ciento en los últimos veinte años.

“La Posidonia oceanica, angiosperma marina endémica del Mediterráneo, forma el ecosistema costero dominante en este mar, y proporciona importantes servicios ecosistémicos: las praderas son sumideros de carbono, estabilizan el sedimento, evitan la erosión costera, e incrementan la biodiversidad y recursos vivos”, señala la investigadora del CSIC Núria Marbà, del Institut Mediterrani d’Estudis Avançats.

Marbà añade que “las praderas de P. oceanica son ecosistemas milenarios, crecen muy lentamente y son muy vulnerables al deterioro costero. El rápido desarrollo en la zona costera mediterránea a partir de la segunda mitad del siglo XX puede haber provocado una pérdida importante de este ecosistema clave en el Mediterráneo”.

Según indica el estudio, desde los años 60, la extensión de Posidonia oceanica en este mar puede haber disminuido entre un 13% y un 38%. “Debido a la disminución de las praderas, la cantidad de CO2 que este ecosistema captura actualmente probablemente es entre el 62% y el 87 % del que secuestraba antes de 1960”, indica Marbà. Globalmente, el Mediterráneo ha perdido densidad de Posidonia oceanica a una tasa de casi un 7% al año.

Los beneficios que prestan las praderas de Posidonia al ecosistema también se habrían reducido. “Estos servicios ecosistémicos, como, por ejemplo, el aumento de la calidad del agua, la protección costera, la adaptación a la subida del nivel del mar, la reducción de la acidificación del océano, también se habrían reducido un 50 % durante los últimos 20 años”, añade Marbà.

Las causas de esta regresión de las praderas de posidonia son diversas. “El 67 % del declive de praderas se ha atribuido a impactos causados por el ser humano; el 30 % se debe a eutrofización (aumento excesivo de algas) costera; y el 39 %, a presiones múltiples”, señala la científica.

La investigadora señala que este trabajo “ha evaluado el estado (estable, en expansión o en regresión) generalizado de las praderas de Posidonia oceanica en el Mediterráneo desde que existen medidas (1842) de extensión, cobertura y densidad de biomasa. Hemos obtenido datos de 519 praderas, el 97 % de ellas en la costa europea del Mediterráneo occidental”.

Los autores concluyen que “este estudio indican que es necesario implementar medidas de gestión y conservación para mitigar el deterioro costero combinando acciones locales y globales”.

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