Juan Carrillo retrata la vida de los pescadores de Carboneras en una...

Juan Carrillo retrata la vida de los pescadores de Carboneras en una novela

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Juan Carrillo.

Carboneras siempre ha estado muy vinculada a la pesca. Muchos de sus vecinos han crecido en el mar, fuente de inspiración y escenario de tragedia, y de alguna manera han visto marcada su vida por el duro trabajo de pescador. Ahora, Juan Carrillo explora con la novela la intrahistoria de estos pescadores, en un trabajo que tiene mucho de sentimental y de autobiográfico. ‘Pescadores del sur. Orillas de Carboneras’, publicada por Arráez Editores, se presenta esta tarde, a las 20 horas, en el Teatro Casa de la Música de Carboneras.

Antonio Carrillo es un viejo conocido de Almería que hace casi cuarenta años ya publicó un par de libros sobre el flamenco de nuestra provincia con la editorial Cajal, del malogrado José María Artero. Investigador nato de los orígenes de nuestra lírica y nuestro flamenco, una vez jubilado, se ha puesto a escribir la novela de su vida, cuyos primeros apuntes los comenzó a tomar mientras pescaba de adolescente en los barcos de la familia, escuchando los relatos de su abuelo, un viejo pescador de la jábega de Carboneras. El resultado es una novela impresionante, de altura, emotiva, que deja huella, comparable con esas dos otras de sagas almerienses como lo son «El pan y la tierra», de Ángel Cazorla (que retrata el mundo de la uva de embarque), o «El Duende», de Remedios Martínez Anaya (que nos muestra las contrariedades de un pueblo minero).

Carboneras se convierte en esta novela en un espacio mágico, del alma, en un talismán absoluto que justifica de algún modo las grandezas y sinsabores del mar, desde una «nombrá» (una buena pesca, casi record guinness) hasta la muerte y la «ruina» como puede producirse en un temporal o en un naufragio.

A través de una saga familiar de Carboneras, se retrata a los pescadores del Sur del periodo 1920-1980. Se describe una lucha terrible por el pan, por la subsistencia, desde las idas ‘andando’ a hacer ‘la siega’ a las Andalucías, la emigración a Francia o a las almadrabas de la zona del Estrecho, o yendo en faluchos de madera hasta la Isla de Alborán o la costa de Marruecos para conseguir traerse el barco cargado hasta arriba de pescado.

Libro delicioso, muy cuidado y sentimental. La visión que tenemos de nuestros pescadores será muy distinta después de leer esta narración.

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