El proyecto de climatización de invernaderos de Níjar con energía geotérmica se ha llevado una alegría. La empresa encargada de encontrar el agua a alta temperatura ha dado con el yacimiento a 490 metros de profundidad.
Cardial, la empresa encargada de este proyecto, ha encontrado agua a 41,8 grados, con un gradiente en aumento de 8,87 cada cien metros y un caudal medio de 22,72 litros por segundo.
Las características de este yacimiento acercan a la empresa a la obtención de los permisos de la Junta de Andalucía, para construir la primer planta de explotación geotérmica de la provincia de Almería, cuyas obras podrían comenzar el próximo agosto.
Los trabajos han sido desarrollados en el paraje conocido como Tristanes y los estudios magnetotelúricos realizados durante los últimos meses desde la superficie han permitido acertar con una precisión poco usual durante una prospección de estas características. La empresa encargada de aflorar el yacimiento ha sido Sacyr Industrial, que ya trabaja en el proyecto y planes de trabajo para el inicio de la construcción de la primera planta, previsto para el mes de agosto.
El primer módulo de Cardial II permitirá atender una demanda inicial de unas 24 hectáreas, si bien con un segundo sondeo podrá duplicarse esta capacidad sin apenas necesidad de ampliar instalaciones.
Los planes de desarrollo iniciales contemplan tres plantas en apenas dos años, contando con que el arranque de los primeros modelos sea el esperado, para a partir de ahí iniciar un desarrollo mucho más rápido. Con el fin de cubrir las necesidades de esta primera etapa la empresa se encuentra en proceso previo de due diligence, -investigación voluntaria del proyecto-, de cara a una ampliación de capital inicial, ya en curso, de aproximadamente cuatro millones de euros.
modelo propuesto por Cardial, al que ya se han adscrito numerosos agricultores con peticiones previas de necesidades energéticas suficientes para cubrir las tres primeras plantas, consiste en extraer agua caliente del yacimiento de Níjar, recircularla por una red que la transportará hasta los invernaderos y devolverla nuevamente al yacimiento para que vuelva a adquirir calor, cerrando así un circuito que convierte el recurso en inagotable. Estas aguas, que mantienen tan altas temperaturas (de unos 100 grados a los 1.000 metros que se pretende llegar) no son aptas para el regadío por la enorme concentración de sal y otros elementos que la hacen inviable en ese campo, pero, por el contrario, le otorgan unas condiciones excepcionales para el modelo energético más limpio y ecológico que pueda aplicarse a la producción hortícola almeriense, compitiendo en precio con energías como gas, biomasa u otros combustibles.
Los modelos iniciales se establecerán en el término municipal de Níjar respondiendo así a las facilidades dadas por la administración local durante los duros, tediosos y largos procesos de investigación en campo, trabajos que ahora, finalmente, han dado como resultado el afloramiento de un recurso energético de extraordinaria importancia estratégica para el cultivo intensivo.