El Auditorio Municipal Maestro Padilla recibirá mañana viernes, 4 de marzo, el clásico de Agatha Christie ‘10 Negritos’, después de arrasar durante dos temporadas en la cartelera madrileña. El mejor teatro se podrá vivir de nuevo sobre las tablas del escenario almeriense gracias a la adaptación de la conocida obra de la reina del misterio y el suspense de la literatura del siglo XX, en una producción de Iniciativas Teatrales y Diffusio Artes Escénicas y su inclusión en el programa del ‘Invierno Cultural’ del Área de Cultura, Educación y Tradiciones del Ayuntamiento de Almería. Las entradas se encuentran a la venta en la taquilla municipal situada en el Teatro Apolo y en la página web www.almeriacultura.com, como también lo estarán en la propia taquilla del Maestro Padilla desde hora y media antes del comienzo. Tienen un precio que oscila entre los 22 euros del patio de butacas y los 18 euros de la zona del anfiteatro.
Bajo la dirección de Ricard Reguant, el reparto está formado, por orden de aparición por Mónica Soria, Antonio Ponce, Quim Capdevila, Carla Hidalgo, David Zarzo, Carlos Segui, Antonio M.M, Jorge Lucas, Eva Torres, Pablo Viña y Antonio Albella, como principal protagonista. Además, se cuenta con la colaboración virtual de Manuel Galiana.
Diez personas -el juez Lawrence Wargrave, la institutriz Vera Claythorne, el aventurero Philip Lombard, el general retirado John MacArthur, la solterona Emily Brent, el play boy Anthony Marston, el doctor en medicina Edward Armstrong, el detective privado y ex policía William Blore y los sirvientes Thomas y Ethel Rogers- reciben una invitación para pasar unas vacaciones en la Isla del Negro. Este hecho desencadenará la trama de un argumento que mantendrá la atención del público durante toda la obra.
Agatha Christie publicó más de 80 novelas y obras de teatro, principalmente del tipo “habitación cerrada”. Aunque le gustaba variar la forma establecida del relato de detectives era escrupulosa en jugar limpio con el lector al asegurarse de dar toda la información para resolver el problema, lo que permite al lector ensayar hipótesis e intentar adivinar la identidad del culpable antes de acabar la lectura del relato y mientras de desarrolla la representación.
