El Teatro Auditorio con el aforo repleto acogió el sábado un espectáculo musical donde volvieron a sonar las canciones de Queen. Una orquesta sinfónica que acompañaba a una banda de rock con cuatro cantantes que daban vida a un verdadero concierto de la mítica banda de Freddie Mercury durante dos horas y medio hizo que el público, al final, los despidiera en pie. Se trataba del ‘Queen Simphonic Rhapsody’.
Treinta canciones interpretadas por Tommy Herat, Michele McCain, Pablo Perea y Graciela Armendáriz (soprano) acompañados por la One World Symphonic Orchestra fusionada con las guitarras de la Rock band representaban las obras y los éxitos más importantes de la célebre banda inglesa.
El espectáculo perfectamente estructurado no es un musical al uso, sino es un espectáculo donde la música de calidad es la protagonista, y mas si esas canciones evocan al grupo que lideró en vida el legendario Freddie Mercury. Después de la presentación de la soprano, en escena la gran orquesta sinfónica compuesta por 24 músicos coordinados por Sixto Herrero. Junto a ellos, perfectamente integrados: Trevor Murrell en batería, Pete Shaw, bajo, Christian Vidal, guitarra, y Pedro Roncero en piano y teclados.
La presencia de la norteamericana Michelle McCain, muy conocida en España por su colaboración desde hace más de veinte años en los conciertos de la Orquesta Mondragón hizo las delicias del publico, puesto que es una cantante con una voz única. En general, los cuatro cantantes poseen unas cualidades artísticas únicas y así lo pusieron de manifiesto en cada una de sus intervenciones.
En cuanto al repertorio, respondió a la época más exitosa del grupo Queen con piezas como ‘A kind of magic y ‘The miracle’ aunque tambien sonaron canciones muy conocidas y que forman parte de la historia del grupo como ‘Death on two legs’ o ‘Play the game’. Canciones que llegaron al público como ‘Who Wants To Live Forever’, ‘We Are The Champions’ o ‘Don´t Stop Me Now’, aunque la canción de la noche fue ‘Barcelona’. Fue el momento más emotivo de la noche con un público entregado.
Durante dos horas y media de espectáculo, el público volvió a descubrir y disfrutar las mejores creaciones de Queen, con una poderosa fusión entre el rock en estado puro y el género clásico. El objetivo al acabar el espectáculo se había superado, que era conmover a los fieles de la banda británica y a todos los amantes de la buena música. Se creó un gran ambiente musical en el Auditorio, donde el público salió encantado. Incluso más, ya que hubo publico que volvería a verlo si lo repitieran.
Al final, los protagonistas de este tributo a Queen salieron a despedir al público y a hacerse fotografías. Fue el colofón a una noche donde el espíritu de Freddie Mercury estuvo presente en Roquetas.