Incluso antes de subirse el escenario, Rafael Álvarez ‘El Brujo’, genio de la escena y el humor, ya se había convertido en el gran triunfador de estas Jornadas de Teatro del Siglo de Oro, pues desde hace semanas junto al cartel de ‘Misterios del Quijote’ luce el letrero de entradas agotadas. La expectación era máxima y anoche no defraudó. ‘El Brujo’ triunfó con la revelación de los misterios que rodean al caballero más famoso del mundo ante un patio de butacas a rebosar.
Rafael Álvarez trajo a Almería su peculiar homenaje al Quijote de Cervantes, la cara menos conocida del hidalgo por excelencia. El actor, comediante y juglar reinventó el clásico con alusiones continuas a la actualidad política y social, en vísperas de una nuevas elecciones, relacionándose con el público y dando como resultado, cómo no, un divertido espectáculo, en el que las risas del medio millar de espectadores fueron sonoras durante toda la representación.
En un largo monólogo, ‘El Brujo’ contó la versión ‘moderna’ de Don Quijote, de su relación con las ‘mujeres del partido’, de los molinos de viento, del misterio del burro e incluso de las dudas acerca de su autoría. En definitiva, un Quijote alternativo, contaminado de otras obras clásicas y del boca a boca de gente que incluso no lo ha leido, ofreciendo una visión general y divertida de la que es la gran obra de la literatura española. Y para ello, ‘El Brujo’ no necesitó vestirse de Quijote ni de Sancho, ni de Dulcinea… él solo se bastó para transmitir al público su pasión por este clásico.
‘El Brujo’, con sus misterios, se llevó la ovación de un público puesto en pie, que ya espera su próxima visita por los teatros almerienses.
Ron Lalá y el humor de Cervantes
La Compañía Nacional de Teatro Clásico y Ron Lalá llenaron, este viernes, de humor, teatro y música en directo el Patio de Armas del conjunto monumental de la Alcazaba de Almería con ‘Cervantina’, una aproximación al universo creativo del mayor autor de nuestras letras, Miguel de Cervantes. Divertida, con un ritmo desenfrenado y un diálogo abierto y sin complejos, los actores consiguieron contagiar a todo el patio de butacas, que estaba a rebosar, del virus de la ‘cervantina’, un mal con síntomas como ataques de la risa inteligente, lucidez lúdica, ironía aguda y defensa de la libertad.
El don actoral de Juan Cañas, Íñigo Echevarría, Miguel Magdalena, Daniel Rovalher y Álvaro Tato, bajo las órdenes de Yayo Cáceres, en la representación de los divertidos fragmentos de entremeses, novelas, poemas y prólogos de Cervantes conquistaron desde el principio al público, que se divirtió con ‘La gitanilla’, ‘El viejo celoso’ o ‘Viaje del parnaso’, entre otros. Sin duda, ‘Cervantina’ fue una vacuna de felicidad para los espectadores que asistieron a esta representación enmarcada en las Jornadas de Teatro del Siglo de Oro. Estos terminaron en pie para ofrecer una fuerte ovación a los ‘ronlaleros’.