Ángeles de Dios : «Sentí la necesidad moral de acercarme a Carmen...

Ángeles de Dios : «Sentí la necesidad moral de acercarme a Carmen de Burgos»

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Ángeles de Dios de Martina
Ángeles de Dios de Martina

Ángeles de Dios de Martina es la autora del libro Carmen de Burgos Seguí. Réplica a sus impresiones de la ArgentinaReside en Resistencia, Chaco (Argentina) desde 1960 aunque tiene descendientes con raíces almerienses.  Ángeles nos desvela algunos datos acerca de esta obra y de su experiencia como escritora.

¿Cómo surgió la idea de escribir Carmen de Burgos Réplica a sus impresiones de la Argentina? (1913)

El encuentro casual del discurso de Carmen a su regreso de la Argentina, fue en oportunidad de estar trabajando con correspondencia de mujeres socialistas y feministas de la Argentina. La búsqueda de información de protagonistas relevantes de ese movimiento en España como Maria de Maeztu, acerca de la cual ya había escrito algo. Mi interés estaba centrado en su conocido discurso “Soy feminista; me avergonzaría de no serlo, porque creo que toda mujer que piensa debe sentir el deseo de….” texto, que en Argentina, era  imposible encontrar en forma completa. En estas circunstancias, logre dar con Carmen de Burgos y su discurso Impresiones de la Argentina que estaba en la web.

 

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 ¿Qué motivos fueron los que provocaron el deseo de analizar ese discurso?

La lectura de este discurso provocó mi asombro y el deseo de replicar cada uno de los temas contenidos en el texto por el estilo crítico e injurioso hacia la Argentina, sus habitantes e instituciones. La  variedad de temas abordados algunos sin fundamento eran muy diferentes a expresiones vertidas por intelectuales y viajeros españoles y de otros países.

La visitante hizo mención a la falta de distinción y elegancia de sus habitantes. Expresó, entre otros conceptos, su contrariedad respecto a que Buenos Aires fuera comparada con Paris o “una gran ciudad de Europa”. Ya en ese tiempo la capital destacaba por su crecimiento,  contaba con arquitectura relevante y hasta lujosa, grandes posibilidades, innumerables riquezas naturales y explotadas, producción agropecuaria conocida por las exportaciones, el movimiento portuario y otros indicadores de su crecimiento económico. Contrariamente a esta realidad, definió a la Argentina como un país “advenedizo” con “una capital, grande y vulgar”.

El discurso de Carmen fue analizado detenidamente y decidí, además de rescatarlo para su conocimiento y difusión, escribir una réplica por sus expresiones agraviantes de tono desafiante para mi país, sus instituciones, la inmigración de esos años y otros asuntos que comprometían las relaciones de los países antes mencionados.

Por ser hija y nieta de inmigrantes almerienses, oriundos precisamente de poblaciones perteneciente a la zona en que nació Carmen y recreó en sus escritos , sentí que tenía una obligación moral en hacerlo aun transcurridos más de cien años.

En el libro se puede ver la imagen distorsionada que tuvo Carmen de Burgos acerca de la Argentina en aquellos años. Tu réplica ¿Tiene una finalidad reivindicatoria?

Sí, tiene una finalidad reivindicatoria. Esa imagen distorsionada de Carmen de Burgos acerca de la Argentina descrita en párrafos anteriores y como consecuencia probablemente de un disgusto personal, tema abordado en el libro, decidió regresar a España antes del tiempo previsto. Las palabras pronunciadas en el discurso de Almería fueron muy diferentes a sus declaraciones en el Club Español cuando dijo encontrarse en la Argentina casi como en su patria; orgullosa de “verse rodeada de tan distinguido grupo de personas”. Halagada, homenajeada por la élite de Buenos Aires, entrevistada por importantes periodistas, fotografiada y hasta admirada por su elegancia y toilette, la visitante se sintió muy feliz. El giro de los acontecimientos modifico su pensamiento y actitud, y suspendió las visitas que tenía previsto realizar a otras provincias durante casi seis meses mediante una pensión del gobierno español.

Y en materia de reivindicación, un tema fundamental fueron las expresiones vertidas respecto de los emigrantes de su propia tierra descalificados por su triste situación, señalados como “escoria” expresión que involucra sinónimos de menosprecio para el pueblo, que en esos años, como dijera, gestionaba casi con desesperación salir de esa situación de abandono, falta de trabajo, crisis económicas, plagas en la agricultura y en  la minería entre otras realidades.

¿Qué otras obras destacarías durante tu carrera de escritora?

Observé que en las historias de vida antes mencionadas la imagen paterna era la que sobresalía: esforzado, emprendedor, propietario de campos y animales logrados con el trabajo. Ejemplo en todo. En cambio, la imagen de la madre parecía ocupar un plano secundario. En las entrevistas con diferentes  miembros de la familia, la madre surgía con fuerza propia: criaba y educaba a sus hijos, trasmitía  la cultura, apoyaba a  su marido, trabajadora a su par, era una gran cocinera y otras condiciones sobresalientes. Esa realidad me decidió a escribir: “Mujeres inmigrantes. Historias de Vida”, relatos de mujeres que llegaron a esta provincia en las más diversas condiciones. Posteriormente escribí biografías como la de la francesa Andrée Moch (Paris, 1879-Buenos Aires, 1953), llegada a la Argentina en 1908 para trabajar en monumentos del Centenario. En 2013 fue editada la obra “Nélida Sosio de Iturrioz. Vida y arte de una titiritera”. Biografía que rescata la obra docente y multifacética de una mujer dedicada a la creación y adaptación de obras del teatro clásico y nacional a los títeres entre otras actividades relevantes.

¿Cuáles han sido los escritores que han influido en tu obra literaria?

Entre los escritores que siempre de una forma u otra leo, cito a  los latinoamericanos como Vargas Llosa, García Márquez, Rulfo, Rómulo Gallegos, Carlos Fuentes, Elena Poniatowska. Argentinos: Sarmiento, Sábato,  Victoria Ocampo, Borges por sus cuentos, prólogos y reseñas de libros de autores del mundo; rusos Chejov; franceses Flaubert con “Madame Bovary” o Víctor Hugo, “Los Miserables.” La inglesa: Virginia Woolf Los españoles: Miguel Delibes y Juan Goytisolo con “Campos de Níjar”.

Aparte de escritora, hemos leído que estudiaste servicio social y procuración.

Sí, comencé a trabajar como asistente social en esta ciudad al finalizar mis estudios en Santa Fe, la ciudad donde crecí y me eduque. Trabajé en el Poder Judicial donde organice la Oficina de Servicio Social de reciente creación y en el Ministerio de Asuntos Sociales y Salud Publica de esta provincia. Trabaje en un programa de refugiados Indochinos (ACNUR) con laosianos y camboyanos. Simultáneamente a los trabajos antes mencionados fui voluntaria del Servicio Social Internacional dedicado a la búsqueda de personas desplazadas por las guerras europeas (de 1959 a 1969) tarea  que desarrollaba desde mi domicilio particular. A los 40 años ingrese a la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Nordeste donde obtuve el título de Procuradora Nacional profesión que ejercí durante pocos años.

Por último,¿algún consejo para los nuevos escritores?

Consejos, no. Pueden ser sugerencias, recomendar bibliografía, insistir en que la lectura es un medio y herramienta fundamental en la escritura. Que es impensable hacerlo  si no leemos, nos documentamos debidamente sobre cada tema que llevamos al cuaderno o al ordenador. Cada trabajo es una investigación, un desafío y requiere de variadas e intensas lecturas, obras de diferentes autores, temas a veces complejos y desconocidos que permitan ilustrarnos, conocer otros mundos, otras culturas y hasta  adquirir el vocabulario apropiado para cada texto. Creo que todos los autores y sus obras nos dejan sus saberes, experiencia, estilos, nuevas miradas A la vez desarrollamos con esas lecturas otra  visión de la vida y de los asuntos que nos involucran con la escritura, tarea  que emprendemos con interés y hasta con pasión. Nos permiten  por fin  mejorar la comprensión del mundo y la condición humana.

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