Los avances en cirugía estética han sido muy importantes en las últimas décadas. Las técnicas son cada vez más seguras, los postoperatorios más cortos y los resultados más naturales. Sin embargo, jamás hay que precipitarse a la hora de elegir el centro donde someterse a esos tratamientos o cirugías. Los riesgos, aunque pequeños, existen.
No importa si se trata de intervenciones con un cierto grado de complejidad como una mastopexia o una abdominoplastia o si la persona solo desea someterse a tratamientos sencillos como la aplicación de ácido hialurónico en labios o bótox en los pómulos. Sea cual sea el caso, la elección de la clínica se debe realizar con el máximo cuidado y teniendo en cuenta toda una serie de factores.
En qué hay que fijarse para elegir la mejor clínica
La oferta hoy en día es enorme. Por eso, lo ideal es visitar varios centros y luego decidir en función de aspectos clave:
1. Clínica autorizada: es el consejo más importante. Siempre hay que asegurarse de que el centro está homologado y cuenta con todos los permisos para el ejercicio de la medicina estética. Lo más sencillo es consultar en los directorios de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME) o de la Sociedad Española de Medicina y Cirugía Cosmética (SEMCC).
2. Instalaciones: sobre todo en el caso de intervenciones quirúrgicas, es esencial comprobar que la clínica dispone de todos los medios, equipos y personal imprescindibles para garantizar la mejor atención a sus pacientes. En este sentido, intervienen cuestiones tan diferentes como atención de urgencia, cuidados intensivos o equipos de última generación.
3. Equipo médico: la experiencia y trayectoria de los profesionales del centro es otra de las cuestiones que se deben comprobar. Es fundamental que el cirujano que realice la operación esté colegiado y sea especialista en Cirugía Estética, Plástica y Reparadora. Cualquier profesional que intervenga en la cirugía debe estar también en posesión del título correspondiente.
4. Referencias: además de todo lo anterior, la opinión de otros pacientes puede ayudar a elegir en caso de duda. Pero también conviene recordar que la experiencia de cada persona puede ser completamente diferente.
Otra clave: la primera consulta
Una vez elegido el centro, aún hay que considerar algunas otras cuestiones antes de dar el paso definitivo. La más importante es que sea el mismo profesional el que realiza todo el proceso, desde la primera consulta hasta el postoperatorio.
Además, en esa primera consulta debe ser capaz de explicar cómo será todo el procedimiento de la intervención. También debe responder con claridad todas las dudas que puedan surgir, desde posibles riesgos a resultados previsibles, revisiones, cuidados previos y posteriores a la cirugía, etc. La comunicación y la confianza médico-paciente son esenciales, si no son plenas, tal vez sea recomendable buscar alternativa.
La cirugía estética es la vía para que muchas personas mejoren su aspecto y, con ello, recuperen su autoestima y confianza en sí mismos. Pero no dejan de ser intervenciones quirúrgicas, por ello, el consejo esencial es no dejarse llevar solo por el coste y desconfiar de grandes ofertas que prometen resultados milagrosos.
