La Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico continúa el programa el Documento del mes en el Archivo Histórico Provincial con la exposición, en esta ocasión, de una libreta de anotaciones de 1917 en la que el empresario virgitano Antonio Gutiérrez Murillo fue reflejando todos los trabajos y gastos ocasionados al convertir una finca de secano de Berja en un parral de uva de la variedad Ohanes, con balsa y noria incluidas.
Eloísa Cabrera, delegada territorial de Fomento, Infraestructura, Ordenación del Territorio, Cultura y Patrimonio Histórico, ha explicado que el empresario virgitano aprovechó una época, principios del siglo XX, en la que buena parte de la economía almeriense se basaba en el cultivo y la exportación de uva al mercado internacional, “para invertir parte de su capital en una explotación agrícola con la esperanza de recibir beneficios posteriores”.
La inversión que realizó Gutiérrez Murillo la dejó anotada en la pieza que se ha presentado hoy, denominada “Cuenta a gastos hechos en el secano para hacer Parral del Aguadero y balsa y noria” y que pertenecía a su archivo personal. Como ha señalado la delegada, el texto “permite conocer el mucho trabajo y capital que se necesitaba para poner en funcionamiento una explotación uvera con jornales a profesionales de diversas categorías, animales o materiales, entre otros”.
Cabrera ha explicado que el Archivo ha elegido este documento para sumarse a la festividad del Día del Trabajo “ya que el mes de mayo comienza con esa celebración”.
Durante la presentación del manuscrito y sus principales características, han acompañado a la delegada, la directora del Archivo Provincial, María Luisa Andrés y como experta, la profesora del departamento de Economía y Empresa de la Universidad de Almería, Lola Haro Gil, especialista en Historia Económica, gran conocedora de los documentos de Gutiérrez Murillo y que está realizando su tesis doctoral sobre el sector uvero almeriense.
Para Haro Gil “estamos ante un documento que aporta importante información cuantitativa sobre el sector uvero de principios del siglo XX y junto al resto de legajos que componen este fondo, conforman una interesante fuente cuyo estudio permite profundizar en diferentes aspectos de este sector emblemático en la historia de nuestra provincia”.
“Las notas aquí recogidas – ha señalado la experta – nos permiten conocer las adquisiciones de materiales y la multiplicidad de tareas y labores que requería, primeramente, la preparación de las tierras y, posteriormente, la siembra de las parras y su crecimiento: movimiento de tierras con el trabajo de personas y bestias, apertura de hoyos para las plantas y la instalación de la estructura del parral, entre otros. También ofrece abundantes datos sobre los jornales necesarios en cada una de las labores, los nombres de quienes las realizaron, así como la remuneración que recibieron”.
Archivos personales cedidos
Cabrera ha destacado que el Archivo, además de conservar documentación generada por la Administración y organismos oficiales como delegaciones de ministerios, registros o notarías, entre otros, también guarda archivos personales, familiares o empresariales que han sido conservados por los particulares y cedidos para la investigación histórica.
La delegada ha señalado como ejemplos la cesión para su conservación de los archivos personales del profesor José María Artero, del empresario minero Luis Hernández Calvo o éste de Antonio Gutierrez Murillo. “En estos casos, los herederos o depositarios de los que produjeron los documentos, han considerado que es más beneficioso para todos que se conserven íntegros en un archivo antes de que se parcelen, se repartan entre los descendientes y se termine perdiendo cuando ya no se les dé valor”, ha argumentado Eloísa Cabrera.
Antonio Gutiérrez
La experta ha detallado que Antonio Gutiérrez Murillo nació en la localidad de Berja en el año 1867, en el seno de una familia acomodada. Casado con Carmen de Ibarra García en 1894, tanto él como varios de sus hijos destacaron en la política local y provincial. Fue un conocido hombre de negocios que bajo su firma homónima (Compañía Gutiérrez y Cía.) se dedicó a banca, negocios mineros, agrícolas y de exportación durante unos años en que la producción y venta de la uva de barco de Almería en los mercados extranjeros era uno de los principales pilares económicos de la provincia pese a los avatares del sector durante estos mismos años.
