La asociación Amigos del Observatorio Astronómico de Calar Alto ha celebrado que se haya aprobado en el Parlamento Andaluz, el pasado día 1 de marzo, la incorporación de la Junta de Andalucía a la gestión del Observatorio, teniendo en cuenta que el socio alemán, el Instituto Max Planck, se retiró a finales de 2018.
Este proceso de incorporación comenzó su andadura con el anterior Gobierno andaluz, pero tras un año de gestiones, y seguramente por una mala estimación de los tiempos del proceso, no se culminó en el plazo adecuado. La incorporación fue aprobada por todos los grupos parlamentarios, salvo Vox que, «sorprendentemente, calificó al observatorio como de una especie de chiringuito”, asegura la asociación.
Tras los recortes del año 2013, el presupuesto anual del observatorio quedó en 3 millones de euros, el mínimo para su funcionamiento, a cargo del Gobierno de España (CSIC) y el Instituto Max Planck. «Nos preocupa que no se haya aprobado (PP y Ciudadanos se abstuvieron en la votación de este punto) que la Junta aporte 1.5 millones de euros, el 50% que le correspondería, porque esta falta de fondos compromete su futuro», advierte la asociación.
El observatorio de Calar Alto tiene la calificación de Instalación Científica Técnica Singular, y es el más rentable de los observatorios españoles, como muestran los informes de la Red de Infraestructuras de Astronomía. Alberga instrumentos punteros (PANIC, LUCA, CARMENES,…) y desarrolla investigación que ayudan a mantener a la astronomía española en el octavo lugar de las más potentes del mundo.
La asociación cita cifras anuales, con datos de sus propias instituciones, como que el Gobierno de Canarias aporta a sus instalaciones de astronomía 5 millones (2.30 euros por habitante), y el de Aragón al observatorio de Javalambre, 8.6 millones (6.60 euros por habitante). Lo que se solicita de la Junta de Andalucía es que aporte 50 céntimos por habitante a una «instalación científica puntera, que produce tecnología y es un motor económico».
La única pretensión de los Amigos de Calar Alto es divulgar la tarea que se hace en este observatorio de categoría internacional, para que no se vea sometido a vaivenes políticos que perturben su buen funcionamiento. «Queremos pensar que las personas de la comisión parlamentaria que relegó esta solución no conocen el observatorio, y les invitamos a que lo conozcan. Esperamos y deseamos que el nuevo gobierno de la Junta comprenda que mantener el observatorio sirve también para ayudar a Almería y a Andalucía», concluye la asociación.