El pasado miércoles por la mañana se presentó, en la Delegación de Gobierno de la Junta de Andalucía en Almería, el documental La fosa borrada del sur, una producción almeriense sobre la represión de posguerra en Almería, que se estrena este jueves 27 de abril a las 19:00 en el Museo de Almería.
Alfredo Valdivia ha destacado el apoyo de la Junta de Andalucía a la recuperación de la memoria, con la aprobación de una Ley específica al respecto y la importancia de la divulgación de investigaciones y trabajos como el documental para reconciliar pasado y presente.
El historiador Juan Hidalgo, presidente de la ARMH Almería y su pasado reciente, que ha colaborado en la realización del documental, ha señalado el rigor y el trabajo arduo con el que se ha desarrollado el trabajo audiovisual, y ha rememorado el esfuerzo investigador y divulgador de la Asociación que preside.
Por su parte, el director del documental, Diego García, ha destacado que no se trata de un trabajo sobre la guerra sino sobre la posguerra, sobre los 730 fusilados o muertos en la cárcel de El Ingenio, esas muertes que se produjeron cuando ya se había acabado la guerra y supuestamente llegaba la paz.
La fosa borrada del sur gira en torno a los fusilados y muertos en la cárcel, víctimas de la represión franquista en Almería, acercándose a aquellos rostros perdidos en el tiempo, al miedo, al silencio y, sobre todo, a la búsqueda 75 años después por algunos de sus familiares. El largometraje documental ha sido realizado y producido en Almería por Ediciones Paralelo 37 Audiovisual, en colaboración con la Asociación para la recuperación de la memoria histórica Almería y su pasado reciente, y ha contado también con la ayuda de la Dirección General de Memoria Democrática de la Consejería de Cultura y de la mercantil Coinbroker.
Pertenece al género documental, que nos transporta a aquellos primeros días de abril de 1939 cuando finalizó la guerra, con la intención de intentar entender qué pudo llevar a la brutal represión innecesaria que comenzó cuando supuestamente llegaba la paz. En esa búsqueda, el trabajo audiovisual desgrana cómo ocurrieron aquellos días de violencia y miedo y quiénes eran aquellos rostros hoy casi olvidados que cayeron fusilados en las tapias del cementerio o en las frías y lúgubres celdas de la cárcel de El Ingenio.
Para entender todas estas cuestiones el documental, dirigido por el periodista almeriense Diego García Campos, ha contado con los testimonios de cinco historiadores especialistas en cada uno de los aspectos tratados, concretamente Fernando Martínez, Antonio Cazorla, Eusebio Rodríguez, Juan Hidalgo y Óscar Rodríguez. Uno de los objetivos del documental ha sido recuperar la memoria de aquellos que murieron y nadie pudo hablar de ellos en decenas y decenas de años. Sus rostros vuelven a nuestros días para escapar del silencio; para ello, el documental ha buscado los testimonios de hasta catorce familiares que han sido valientes y han querido rescatar la memoria de sus antepasados de ese silencio e incluso intentar buscar sus restos.
El documental cuenta también con una parte de ficción que ayuda a entender cómo pudieron ocurrir los hechos, con la clara intención de facilitar la comprensión y poder ayudar a transportarnos a aquellos días de miedo y muerte. Para ello ha contado con un importante grupo de actores que han reconstruido la vida de los presos en la cárcel, un juicio sumarísimo, el traslado a las tapias del cementerio y el fusilamiento.
1939-1945
El largometraje documental se desarrolla desde abril de 1939 hasta nuestros días, aunque la clave principal está en los años duros de la represión en la provincia de Almería, entre 1939 y 1945, en que fueron procesados 11.300 personas. El final de la guerra y la supuesta llegada de la paz franquista sirvió de poco para estos encausados, de los que 609 fueron condenados a muerte.
Al final, en torno a 380 fueron fusilados en las tapias del cementerio de San José y otros 350 murieron en la cárcel de El Ingenio, víctimas de torturas, enfermedades y hambre.
La fosa borrada del sur es un documental sobre memoria, respeto y justicia, contra el olvido y la sinrazón de las guerras, con una intencionalidad didáctica, para intentar entender cómo pudieron ocurrir los hechos y por qué se permitió silenciarlos durante tantos años, sin tener en cuenta a una parte de las víctimas de aquella cruenta Guerra civil española, y cómo aún hoy se pretende silenciar lo que entonces ocurrió con el argumento falaz de no reabrir viejas heridas.
