Savater no defraudó a los asistentes, y una vez más creó opinión entre su público, que no dudó en mantener a la finalización de la conferencia una animada charla-coloquio, formulando diversas cuestiones al filósofo. Habló sobre la importancia de la educación, y el valor de acercar la filosofía a los jóvenes, a los que invita a «pensar la vida».
En un momento de la conferencia, hizo una reflexión sobre un tema que sin duda ha sido centro de la polémica en nuestro país. Se preguntaba Savater «porqué en estos días, aún en España se están debatiendo cuestiones como la asignatura de Educación para la Ciudadanía». Quiso centrar el debate en que la educación no debe impartirse sólo en casa, a través de nuestros familiares; según el escritor, «la educación es una cuestión que también incumbe a la sociedad, que nos debe aportar un punto de vista diferente al de la familia, a la que nos une un inevitable vínculo afectivo». «La moral no tiene nada que ver con la educación social» aseguró.
Refiriéndose a la ética, comenzó definiéndola como «la manera de encontrar la mejor manera de vivir de acuerdo a nuestra naturaleza simbólica». Para Fernando Savater somos seres simbólicos, es decir, que todo lo que hacemos no tiene sentido más que si es compartido con otro. «El dinero es lo más espiritual que hay; no tiene ninguna validez si no es en presencia de los demás» afirmó. «Cada uno de nosotros estamos condenados a la sociedad, de acuerdo a tres principios que he definido: coraje, para vivir; generosidad, para convivir; y prudencia, para sobrevivir». Apunta Savater que la filosofía y la ética están ideadas para promulgar y fomentar estos tres principios en la sociedad.
Se define como un filósofo poco contemplativo, más ocupado en la filosofía práctica, que se centra en la reflexión sobre lo que hacemos, lo que nos lleva a ser lo que somos. Cree que la importancia de la filosofía reside en que trata las preocupaciones de la gente, y que por ello ha interesado a la humanidad a lo largo de la historia. Qué hacer, cómo vivir; en definitiva, «pensar la vida», son cuestiones que nos incumben a todos por igual. Es por ello que es distinta a todas las ciencias, de las que podríamos prescindir para ejercer la propia vida.
Fernando Savater hizo un breve repaso desde que se dio cuenta que quería dedicarse a la filosofía, hasta la escritura de su última obra de divulgación, que ha terminado de escribir este mismo verano, y que ha titulado ‘Historia de la Filosofía’. Recordando sus inicios, se remonta a su época de estudiante en bachiller, cuando su profesor de filosofía preguntó en clase: «¿por qué queréis estar vivos'», a lo que inmediatamente Savater contestó: «para ser feliz». A partir de entonces, se despertó su interés por la filosofía, que no ha cesado hasta estos días en los que sigue trabajando, para seguir aprendiendo; y es que para Savater «las respuestas en filosofía no cancelan la pregunta; cuanto más sabemos, más interés se despierta».
Entre éstas y otras cuestiones desarrolló el escritor una extensa a la vez que amena conferencia, de la que disfrutaron numerosos asistentes al Salón de Actos de Cajamar. Gandhi, y las diferencias entre la filosofía en oriente y occidente, la educación para la ciudadanía, la deontología o ética profesional, o la presencia de la ética en política, centraron algunas de las cuestiones que surgieron entre los asistentes, y cuyos puntos de vista quisieron compartir con el autor.
No cabía un alfiler en el citado salón de actos, y es que se celebraba una de las conferencias más importantes del ciclo ‘La mirada del hombre’ y el público almeriense no quiso perderselo. Sin duda fue una ocasión única para disfrutar de las palabras de Fernando Savater, hombre que despierta casi al mismo nivel admiradores y detractores, pero cuyo mérito indudable es el de remover conciencias con el fin de que alberguemos un momento de reflexión sobre lo que somos, sobre cómo queremos vivir la vida.