Este mes será crucial para la resolución de la batalla legal en torno al hotel El Algarrobico. El Tribunal Supremo tiene previsto pronunciarse y poner fin a una batalla legal que ha dado para 26 sentencias, 24 de ellas en contra de la construcción y solo dos favorables a la permanencia del hotel.Greenpeace publicado un informe en el que ofrece un conjunto de datos de interés sobre este galimatías legal, que desde la organización ecologista entienden como un ataque al medio ambiente, y así lo han denunciado con numerosos actos de protesta.
Antes del pronunciamiento del Supremio, Greenpeace entiende que el hotel es «ilegal», ya que «vulnera la Ley de Costas». Los ecologistas critican la «maraña judicial» que hay en torno a este caso, debido a que la constructora «ha triplicado los pleitos recurriendo a través de tres empresas, Azata S.A. (Marbella), Azata Patrimonio (Madrid) y Azata del Sol S.L (Carboneras)».
Por otro lado, critican el papel jugado por la Junta de Andalucía, a la que critican de «cambiarse la chaqueta», ya que pasó de declarar el suelo como no urbanizable en 1994 a corregirse tres años después y calificarlo como urbanizable. En 2008, dice Greenpeace, la Junta vuelve a insistir en que los terrenos son urbanizables. Sin embargo, en 2011 el Supremo suspende el plan de la Junta de 2008 y en 2012 la Administración andaluza lo corrige y devuelve la protección a ese espacio.
Greenpeace también arremete contra Azata, a la que acusa de levantar el hotel a sabiendas de que incumplía la Ley de Costas. La misma organización conservacionista recuerda otros casos de la constructora, en los que se ha saltado la protección medioambiental, con proyectos urbanísticos en zonas protegidas de Cádiz o Boadilla del Monte.
Los ecologistas apuestan por el derribo del hotel y aseguran que en estos trabajos se pueden generar hasta 400 empleos, además de poder reciclar hasta el 98 por ciento del material con que ha sido levantado el hotel de la discordia.
