Arranca, bajo la dirección de la Inmaculada Fernández Agís, el Curso de Verano de la Universidad de Almería (UAL) Neuropsicología en ámbitos escolares: lo que los especialistas en magisterio necesitan conocer.
Eran las cuatro de la tarde en punto y ya estaba repleto el salón del Hotel NH Ciudad de Almería que acogía la inauguración de este curso. Ni el calor ni las fechas impidieron que en esta sobremesa la asistencia y puntualidad fuesen la norma. Y es que las plazas ofertadas fueron cubiertas en un abrir y cerrar de ojos fundamentalmente por jóvenes estudiantes de magisterio y psicología. Fue la directora del exitoso curso, Inmaculada Fernández Agís, también directora del Centro de Evaluación y Rehabilitación Neuropsicológica de la Universidad de Almería, la encargada de abrirlo con su ponencia “La Neuropsicología: una disciplina reciente”.
Con sus primeras palabras, Fernández Agís recordó a los asistentes la necesidad de implementar la creatividad como herramienta en el aula. El sistema educativo nos focaliza en el pensamiento convergente y no en el divergente: ante el mismo problema, casi todos, respondemos intentando resolverlo de la misma manera.
Su discurso empezó presentando a los asistentes la Neuropsicología y su estudio del daño cerebral para comprender el funcionamiento del Sistema Nervioso intacto. Tras unas breves e ilustrativas notas históricas, Fernández Agís matizó el avance experimentado por la disciplina al pasar de la evaluación a la rehabilitación neuropsicológica.
Los futuros educadores conocieron la idiosincrasia de la neuropsicología infantil, ya que, por ejemplo, las secuelas del daño cerebral en un cerebro en desarrollo suelen ser más generalizadas y pueden afectar negativamente al aprendizaje futuro. Se les apuntó la importancia de saber comunicar el diagnóstico a los padres de aquellos niños con un Trastorno Generalizado del Desarrollo o un TDAH (Trastorno por déficit de atención e hiperactividad), por citar algunos ejemplos, para evitar que un duelo no resuelto pueda derivar en un trauma: hay que mostrar sensibilidad y acompañar de estrategias y pronósticos.
Las etiquetas generan muchos prejuicios y la ponente alertó sobre el peligro de usarlas por modas y sin un criterio profesional en la disfunción cerebral. Los alumnos descubrieron, para finalizar, que en su futuro profesional poseerán una posición privilegiada y de gran responsabilidad, ya que serán aliados claves y proporcionarán información sobre los efectos médicos o neuropsicológicos en intervenciones significativas.
La directora de la Unidad Clínica del Centro de Evaluación y Rehabilitación Neuropsicológica de la Universidad de Almería, Eva Mª del Águila Martín, apuntaló lo defendido por Agís al asegurar que “la etiqueta no define a la persona”. Con su ponencia “Estrategias de intervención neuropsicológicas: aspectos generales” presentó a los asistentes el modelo de intervención transdisciplinar, que viene a sustituir a los antiguos individualizados y multidisciplinares.
Mediante éste, los profesionales (neuropsicólogos, fisioterapeutas, logopedas, etc.) se articulan en un mismo paradigma para centrarse en la funcionalidad del paciente. Recordó también cómo favorece a las empresas farmacéuticas el diagnóstico en disfunción cerebral: un TDAH es para ellas un consumidor de sus productos.
En la presentación del programa de trabajo llevado a cabo por Del Águila Martín los futuros profesionales pudieron conocer y aprender a trabajar con algunos materiales para la intervención. A la vez les fueron presentados los resultados obtenidos con los pacientes tras la misma. En las conclusiones clínicas se recogían apuntes tan positivos como la adhesión al tratamiento de los pacientes, la creación de nuevas relaciones entre ellos y la consecución de un ambiente agradable.