El pasado día 2 de enero, tuvo lugar la inauguración en el Convento de la Victoria de la exposición del pintor veratense Pedro Cervantes.Esta exposición póstuma del ilustre pintor veratense, ha sido organizada por los usuarios del grupo de redes sociales «No eres de Vera Si» y permanecerá abierta hasta el próximo lunes quince de enero.
Pedro Cervantes, nació en Vera el 24 de septiembre de 1924 y falleció en Barcelona el 6 de diciembre de 2009. Ya desde muy pequeño, sin apenas recursos y de manera totalmente autodidacta, se dedicó a pintar, a lápiz, a plumilla o a pincel sus obras. Pronto incorporó a su trabajo el color, mediante pinturas elaboradas por él mismo con diferentes betunes de zapatos.
Tras la Guerra Civil se marchó a Madrid y después a Barcelona, donde ha residido hasta su muerte, junto a su mujer Remedios Caparrós, también veratense y de sus tres citadas hijas. A lo largo de toda su existencia Pedro Cervantes, crea una enorme obra pictórica, basada en el impresionismo, que es reconocida por multitud de seguidores incondicionales que nunca dudaron en adquirir sus obras, saliendo algunas de ellas al extranjero.
Este reconocimiento a su trabajo le llevó a pertenecer, durante muchos años, al grupo de pintores de la Sagrada Familia en Barcelona. Fue galardonado en varias ocasiones por merecidos trofeos y durante años participó en la exposición benéfica del Hospital sant Joan de Deu de Barcelona. En sus lienzos plasmó bodegones, vírgenes, retratos, paisajes variados …la mayor parte de ellos desde su gran fuente de inspiración: Vera.
Gran apasionado de su pueblo natal, nunca dudó en darlo a conocer, de palabra o a través de su obras, pues sus musas fueron las calles, las gentes y las plazas, el mercado, la Semana Santa, la luz y el color de su querida y recordada Vera.
De carácter bromista, bohemio, amigo de sus amigos…de sus queridos amigos que dejó en Vera y que tanto recordaba como…Antonio Galindo o Enrique De Haro.
Español, andaluz y veratense a partes iguales, toda una vida dedicada a sus dos grandes pasiones, su familia y su obra pictórica.
Los que han tenido el enorme honor de conocerle y verle desarrollar su trabajo, dicen que recordarán por siempre, el realismo de su obra, la pulcritud y firmeza de su trazo y la luz y el colorido de sus telas, que están destinadas a evocar más allá de nuestra existencia, la belleza, el embrujo y la bondad de esta Ciudad y de sus gentes.
