Pablo López se ha convertido en un fenómeno musical, y el próximo 14 de diciembre presentará su disco ‘Once historias y un piano’ en un concierto íntimo en el Teatro Apolo.
Lejos de ser un cantante melódico más, Pablo López define su música como “pop aunque con toques románticos”. Un estilo único y muy personal que llegará al Teatro Apolo de la capital el próximo 14 de diciembre a las 21.30 horas. Las entradas ya están a la venta en la Taquilla Municipal, ubicada en el interior del Teatro Apolo y en www.ticketmaster.es con un precio único de 15 euros.
El primer disco de Pablo López recoge una combinación del pop español melódico de toda la vida, heredado del gran Alejandro Sanz, con la pulsión pianística de Billy Joel, Elton John o los mismísimos Queen.
Una mezcla que para sus fans no es desconocida, ya que Pablo López tiene una gran formación de música clásica en armonía, solfeo, música de cámara y hasta sexto grado de piano de un total de diez años de estudio en el conservatorio.
Junto a su faceta más musical, el artista no ha descuidado su lado de compositor en el que se asoman las influencias de la música que escuchaba desde joven. Silvio Rodríguez, Serrat, Sabina, mezclado con rock británico de los setenta, Supertramp, Queen, Pink Floyd y sobre todo Los Beatles, han sido sus grandes fuentes de inspiración.
Para algunas personas, la cara de Pablo López les resulta demasiado familiar. Esto se debe a su participación en el programa de televisión ‘Operación Triunfo’ «No tengo nada en contra de OT. Yo lo recuerdo con mucho cariño, porque lo pasé muy bien», asegura. A pesar de los buenos recuerdos, Pablo recuerda su paso por el concurso como una etapa más en su vida, ni más ni menos importante que otras que había vivido antes y las que le quedan por vivir.
Uno de sus grandes momentos llega con su primer disco ‘Once historias y un piano’. Grabado en Barcelona y masterizado en Londres, el resultado es un disco diferente, elaborado, intenso, fresco, adictivo y con matices. La canción ‘Vi’, es el primer adelanto. Una canción arriesgada, que se salta los cánones del cantante de pop español habitual. Pero también es una interesante muestra de cómo es y a qué suena Pablo López. «Es una de esas canciones que te invaden. No fui yo a buscarla sino que ella me encontró a mí. Apareció de repente para instalarse en mi vida. La compuse muy rápido. Tiene un aire apocalíptico. Una progresión que cuando la canción va terminando es como si también se fuera a acabar el mundo. Trata de las derrotas y las glorias de la vida. De cualquier batalla, ganada o perdida, se aprende algo. La vida pasa tan rápido como una canción y hay que aprovecharla».
