Los trabajadores del observatorio de Calar Alto no están nada contentos con que se le haya concedido el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional a la Sociedad Max Planck, «pocas semanas después de que esta misma sociedad haya acordado recortes drásticos» en la única instalación científica en que participa la institución alemana en nuestro país.
En un comunicado con tono irónico, el personal de Calar Alto «felicita» al Max Planck por su premio y le recuerda que la dotación económica «contribuirá sin duda a la prosperidad de la ciencia en Alemania».
Del mismo modo, los miembros de la plantilla del observatorio, «tanto quienes van a ser despedidos como quienes van a experimentar recortes significativos en sus salarios», envían una enhorabuena de lo más irónica al jurado responsable del fallo «en fecha tan acertada», al tiempo que expresan su voluntad de asistir a la ceremonia de entrega de premio para «expresar en persona su emoción del modo más efusivo», dicen en su comunicado.
