Ya son dos los inviernos en los que de manera consecutiva no ha habido que lamentar ningun accidente mortal en el Parque Nacional de Sierra Nevada. Este hecho se puede considerar como insólito y deja algunas claves muy interesantes que no pueden pasar desapercibidas y que merecen ser tomadas como referencia de cara a futuros años.
La suerte es un factor sin duda necesario pero hay que destacar que desde el año 2004 se viene trabajando intensamente para que los montañeros disfruten de este singular espacio de manera segura, según explica la Federación Andaluza de Montañismo (FAM). En este sentido se ha facilitado información a todos los interesados, muy útil para desenvolverse con garantías.
Se han repartido rutas, materiales y se han ofreecido datos sobre el estado de la montaña y la meteorología. Otro de los objetivos marcados ha sido el de detectar aquellas actitudes menos prudentes que pudieran ocasionar riesgo de accidente.
Las encuestas que la FAM ha repartido entre los montañeros han servido para conocer precisamente esas posibles negligencias y poner las herramientas necesarias para que no se repitan. Aunque este programa ha sufrido una merma económica, la FAM confía en que siga dando «buenos frutos».
El útimo accidente mortal en el Parque Nacional de Sierra Nevada fue provocado por una caída en una ladera empinada en el barranco de San Juan, desde entonces se han registrado diversos accidentes, algunos de gravedad, pero por fortuna sin ninguna víctima mortal.
