En el global andaluz se prevé que en 2012 se recoja cerca de 400 toneladas. Una subida aún más notable si tenemos en cuenta que la crisis económica lleva aparejado un lógico descenso en el consumo y, con ello, en la generación de residuos.
Cabe destacar que las provincias que más han crecido en la captación de estos residuos en 2012 han sido Granada y Málaga.
El complejo de RECILEC en Loja tiene activas cinco líneas de tratamiento diferentes. En la primera desarrolla una actividad pionera en Andalucía. A través de un sistema de trómel vibrante, separa las pilas botón, que contienen sustancias peligrosas como el mercurio y el litio, del resto de pilas (Salinas, Alcalinas, Níquel–Cadmio, etc.) que posteriormente se clasifican manualmente para su tratamiento diferenciado.
El tipo de pilas que se tratan en RECILEC son pilas botón, pilas estándar, acumuladores portátiles, pilas, acumuladores y baterías de automoción, pilas, acumuladores y baterías industriales y otros tipos.
También dispone de una cadena que descontamina los aparatos de aire acondicionado, retira de los compresores y del circuito de refrigeración de los aparatos de origen doméstico e industrial la mezcla aceite-gas refrigerante que contiene en su interior. Posteriormente, se separa el aceite del gas y cada uno se lleva hasta instalaciones de gestores autorizados. El aceite se valoriza en cementeras como sustituto de combustible en la fabricación del cemento.
El gas se incinera en Francia en una instalación autorizada para tratar este tipo de gases, puesto que en España no hay plantas autorizadas para ello.
En tercer lugar, el complejo lojeño también retira componentes peligrosos (Tóner de fotocopiadoras, tintas de impresoras, pilas de CPU, baterías de telefonía móvil, condensadores de lavadoras, etc.)
Los aparatos electrónicos con componentes peligrosos que se pueden retirar manualmente, como las pilas y baterías, se extraen de los equipos llevándolos a su correspondiente línea de tratamiento.
En la planta de Loja se realiza así mismo la clasificación de los tubos fluorescentes y lámparas ahorradoras de energía que se recogen a través del sistema “bicaja” que ha extendido en Andalucía, con gran éxito, la Fundación AMBILAMP. Este sistema ha permitido que los puntos de venta de lámparas y de generación de este tipo de residuo de Andalucía, interesados en participar, dispongan de un contenedor específico y del servicio de recogida gratuita desde sus instalaciones.
