La conocida Atalaya de Níjar ha dejado de estar en el olvido, tras la firma de un convenio entre la Consejería de Cultura de la Junta y el Ministerio de Fomento. El consejero del ramo, Paulino Plata, ha sellado el acuerdo con el ministro José Blanco que abre la puerta a la restauración de esta pieza del patrimonio defensivo almeriense, en el que se van a invertir 199.630 euros.
El Ministerio de Fomento sufragará el 50% del coste de ambas actuaciones con cargo a los fondos del 1% cultural generado por la contratación de obra pública, mientras que la Consejería de Cultura asumirá la mitad restante con recursos propios u otras fuentes de financiación.
La Atalaya se eleva sobre un altozano en la zona norte de la población y constituye el único elemento emergente de la antigua fortaleza árabe.
La torre presenta un progresivo deterioro, con varias grietas verticales, que requieren una urgente consolidación de su estructura. La intervención tiene así como objetivo frenar la degradación del monumento y consolidar los restos existentes, descartando cualquier aumento de volumen o reconstrucción, salvo las necesarias para asegurar las condiciones de conservación.
La Atalaya de Níjar es el único elemento que queda en pie de lo que fue la antigua fortaleza árabe, usada como puesto de vigilancia para controlar todo el Campo de Níjar.
