La Universidad de Almería vista con lupa

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Analizamos las cifras de la UAL en el Informe CRUE

La Universidad de Almería es, de todas las andaluzas, la que más superficie dedica a aparcamientos y la que menos libros pone a disposición de sus estudiantes. En la parte positiva, los alumnos de la UAL son los que en mayor porcentaje estudian la carrera que habían elegido como primera opción. Son algunos de los datos que revela el último Informe de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas y focos en los que plantear el trabajo de cara a una mejor universidad.  

La Conferencia de Rectores (CRUE) publica cada dos años su informe de ‘La Universidad Española en Cifras’. Este otoño han hecho público su último número, referido a los datos del curso 2006-2007. Sus centenares de tablas estadísticas perfilan el dibujo más fiel de enseñanza superior en nuestro país. Sus páginas se plantean como “punto de encuentro para las personas que se aproximan a las instituciones universitarias con intención de conocer su comportamiento” y pretenden paliar “el desánimo ante la carencia informativa que a menudo se les presenta”. Un tradicional déficit de transparencia que los autores atribuyen a factores como “el propio origen de las instituciones, su estructura de recursos humanos o una clara vocación colegial poco dada a intromisiones ajenas”.

El informe de la CRUE comparte en buena medida intenciones declaradas en la ‘Memoria de Responsabilidad Social Corporativa’ que la Universidad de Almería ha publicado este pasado mes de diciembre y con la que el equipo de gobierno pretende “rendir cuentas a la sociedad en general acerca del impacto económico, medioambiental y social de su gestión a lo largo del último año”. Desde Nova Ciencia hemos empleado nuestro tiempo en bucear en las más de ochocientas páginas de datos que suman ambas iniciativas, para destacar los que nos parecen más curiosos, o los que a nuestro juicio perfilan a la UAL ante sí misma y frente al conjunto de universidades españolas y andaluzas.

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En la UAL estudian 11.814 alumnnos

¿Quién es la Universidad de Almería?

La UAL está compuesta -además de por ladrillo y cemento- por 11.814 alumnos (matriculados en el curso 2006-2007), 940 profesores e investigadores (PDI), y 453 empleados de administración y servicios (PAS).  

De todos sus alumnos 10.808 cursan estudios en titulaciones oficiales y 2.554 lo hacen en Enseñanzas Propias de la UAL. Durante los últimos cinco años han pasado por sus aulas casi 48.000 estudiantes, de los cuáles el 30% lo han hecho en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, el 24% en Ciencias Económicas y Empresariales, el 19% en la Escuela Politécnica Superior, el 9% en Derecho, el 6% en Ciencias Experimentales y el 4% en Ciencias de la Salud. Los porcentaje restantes para alcanzar el total se los reparten los alumnos Erasmus (1’8%) y los de tercer ciclo (4’3).

Toda esta comunidad estaba gestionada en 2007, entre otros, por 13 miembros del Consejo de Dirección, dos de Gerencia, 22 directores de servicios, 56 miembros del Consejo de Gobierno, 9 de la Junta Consultiva y 24 representantes en el Consejo Social.

¿De dónde proceden los alumnos?

Casi el 49% de los matriculados en la Universidad son almerienses. De todos los alumnos de la provincia que han estudiado en la UAL durante los últimos cinco años, casi el 75% son naturales de la capital o el poniente (datos esperables teniendo en cuenta el reparto geográfico de la población joven). De entre los alumnos almerienses el 50% son de Almería, el 10% de Roquetas, el 6’6 de El Ejido y el 6’8 del resto del poniente. El 26% restante se reparten por todo el resto de la provincia. 

Si nos fijamos en los que llegan a estudiar a Almería desde fuera de la provincia, nos encontraremos con que un 51% provienen del resto de Andalucía, destacando Granada con casi un 30%. Otras comunidades que exportan alumnos a la Universidad de Almería son Murcia y la Comunidad Valenciana. En concreto Alicante es la segunda provincia que más alumnos exporta con un 23% del total. Viendo la evolución temporal de los últimos cinco años, puede apreciarse un aumento significativo de la proporción de alumnos que llegan desde fuera de Almería, lo que presupone cierto aumento en el atractivo de la oferta de la Universidad en el mercado.

En cuanto a la distribución de alumnos extranjeros, cuatro países destacan sobre el resto: Francia (15% de los matriculados extranjeros), Italia (14 %), Alemania (12%), y México (12%). 

¿Estudian lo que quieren?

A juzgar por las cifras del Informe CRUE la respuesta es sí. De hecho, la universidad de Almería es, de todas las andaluzas, la institución en la que más porcentaje de alumnos estudian la carrera que habían elegido como primera opción. Más del 87% de los alumnos matriculados en 2006-2007 están estudiando la carrera que habían pensado. Frente a esta adecuación almeriense entre oferta y demanda, la media andaluza baja hasta el 79% y la nacional hasta el 82.%. 

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En la UAL los aprobados de selectividad son los más altos de Andalucía

Los alumnos de la UAL son además los que más superan las pruebas de acceso a la universidad de toda la comunidad autónoma. Un 94’5% de ellos consiguen aprobarlas. La media andaluza baja hasta un 87% y la nacional hasta un 88%. Estos datos sitúan a la UAL como la cuarta en el ránking nacional. Los buenos resultados en la selectividad parecen ser además un endemismo del levante. Las tres primeras son las de Castellón, Elche y Valencia.Por carreras, los estudios con más tirón son la diplomatura en Empresariales (1.520 alumnos) y la de Derecho (1.090). Muchos menos compañeros tienen los matriculados en Investigación y Técnicas de Mercado (que se implantaba en el curso pasado con 30 alumnos), Ingeniería de Materiales (33 estudiantes), Matemáticas (99 matriculados), o fisioterapia (que duplica número de estudiantes en su segundo curso de vida y se queda con 115).

Si clasificamos el total de los alumnos según la rama de conocimiento de su carrera nos encontramos un resultado que quizá sorprenda a más de uno. La de Almería era en el curso 2006-2007, por el porcentaje de alumnos matriculados, la tercera universidad española que más fuerte ha apostado por la oferta de ciencias sociales. El 64% de sus alumnos cursan estudios de esta rama. Sólo la superan la Pablo de Olavide y la Rey Juan Carlos de Madrid. El resto lo componen las Humanidades, que suponen un 4% del alumnado, al igual que las Ciencias Experimentales; Ciencias de la Salud un 5’7 y las enseñanzas Técnicas el 21% restante.

Otro dato a tener en cuenta: los de la Universidad de Almería son los alumnos andaluces que menos becas piden al Ministerio de Educación. Según el Informe de la CRUE lo hacen uno de cada cuatro frente al 32% de media andaluza. Aún así, siguen estando por encima de una media nacional que se sitúa en torno al 23%.

Sólo algunos apuestan por las prácticas…

En cuanto al porcentaje de alumnos que realizan prácticas en la Universidad los datos del Informe CRUE para el curso 2006-2007 dibujan un panorama en el que destaca la labor en el campo de las Humanidades. Casi un 61% de sus alumnos realizaron prácticas de empresa, situándose la media andaluza en un 54% y la nacional en el 41%. La comparación del 30% de alumnos de Enseñanzas Técnicas en prácticas con el 28% de media en Andalucía también deja en buen lugar a la UAL, pero la perspectiva cambia si lo ponemos en relación con el 38% que lo hicieron en el conjunto del país.

Respecto al resto de ramas los resultados se invierten. Sólo el 2,2 % de los alumnos de Humanidades quisieron o pudieron realizar un período de prácticas, frente a unas medias en Andalucía y España que rondan el 6%. En Experimentales fueron el 6,6%, frente al 10,2 autonómico y el 8,6 nacional. Estas cifras pueden tener, dependiendo del caso, una lectura positiva o negativa.

Parte de estos porcentajes por debajo de la media podrían atribuirse a una falta de interés del alumnado a la hora de solicitar prácticas en el caso de que tengan prevista una incorporación al mercado laboral de forma directa y sin pasar por ese escalón intermedio. 

… pero están los empresarios más implicados.

Estos datos contrastan con la implicación del empresariado almeriense en la captación de alumnos en prácticas. Si el 21% de los universitarios andaluces y el 23% de los españoles realizan sus prácticas en el sector público, sólo el 7,6% de los de la UAL acceden a estas instituciones.

Del lado contrario está el sector privado. El 92% de estudiantes de Almería hacen practicas en estas empresas (la media andaluza es del 78% y la nacional del 76). Un total de 820 instituciones ofertan prácticas en la UAL. Entre ellas destaca sobre todo el sector agrícola (con 101 empresas ofertando plazas del total de 140 que lo hacen en toda Andalucía) y el de Servicios que con 606 demandantes se sitúa en el primer lugar del ránking autonómico).

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La UAL tiene el campus andaluz con más aparcamientos

Los que más coches aparcan…

La Universidad de Almería era en 2007, y en relación a la superficie total construida, la que más espacio dedica a aparcamientos de toda Andalucía. Según la Conferencia de Rectores, los coches ocuparon un 38% de toda la superficie urbanizada en el Campus de la Cañada -42..046 m2 de un total de 110.212-. La media andaluza -con los datos de la UAL incluidos- rondaba el 17% del suelo dedicado a estos fines. Una apuesta de campus concentrado y situado a las afueras al que no acompañan sistemas de transporte suficientes -recordemos el carril bici mutilado- podrían explicar en buena medida este dato. Si además le sumamos la superficie que ocupan los automóviles fuera del espacio ‘oficialmente’ reservado para ellos, una gestión que afronte la desproporción parece necesaria. 

En gran parte, lo elevado de este porcentaje de párking explica por qué la UAL es la universidad andaluza que menos proporción de superficie construida dedicaba en 2007 a la enseñanza -aularios, laboratorios, aulas de informática etc.-: un 20 % frente al 33% de media autonómica. 

… y los que disponen de menos libros.

La biblioteca presenta en la UAL datos ambivalentes. Por un lado es, después de las de Sevilla y Granada, la universidad andaluza que más superficie total dedica a esos fines (un total de 16.194 metros cuadrados). En términos porcentuales en relación al total de superficie ocupa el primer lugar.

Buena parte de todos estos metros cuadrados la dedica a puestos de lectura, salas de estudio, de reunión… espacios muy necesarios con la nueva metodología del EEES. Sin embargo presentaba, al menos en las cifras de la Conferencia de Rectores referidas a 2007, un déficit más que notable: era la universidad andaluza que disponía de menos fondos bibliográficos. Sumando libros y revistas, la UAL ponía a disposición de sus alumnos un total de 174.171 títulos. Dejando a un lado a las ‘hermanas mayores’ de Sevilla y Granada, la comparación con Cádiz (689.665 títulos), Córdoba (721.756), Huelva (243.864) o la Pablo de Olavide (314.542) señalan un campo de trabajo hacia el futuro que no puede dejarse en segundo plano. El déficit de libros en la UAL, a la luz de los datos de la CRUE es cuando menos preocupante.

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La de la UAL es la biblioteca universitaria con menos libros de Andalucía

Hacia un futuro más informado.

Para terminar esta retahíla de porcentajes, no del todo bien traída ni analizada por un simple periodista -que no un periodista simple-, nos permitiremos tomar prestadas las palabras del Presidente de la Conferencia Nacional de Rectores Ángel Gabilondo: “ofrecemos con esta publicación elementos para incidir en la necesaria transformación, en un momento determinante en el que se trabaja con intensidad por lograr sistemas de calidad en un contexto internacional”. 

Según Gabilondo “estas cifras son una convocatoria a los responsables académicos, a las instituciones, organizaciones y empresas para que, desde la consideración de la complejidad, puedan contar con un instrumento adecuado que permita definir objetivos y valorar determinados resultados. Resultaría simplista e infecundo hacer una lectura aislada y parcial de las cifras. La comparación que la calidad exige empieza por la que cada organización o centro ha de hacer con el cumplimiento de sus objetivos y con sus propias posibilidades”.  

Nosotros hemos intentado, en la medida de nuestras capacidades, animar a la comunidad universitaria para que, cuando deje de leer estas líneas, se sumerja en los informes de los que están extraídas. Ambos están disponibles en formato digital a través de www.crue.org, y www.ual.es. Seguramente sean capaces de sacarle más miga, y de más calidad, que la que nosotros hemos conseguido; porque, tal y como señala Gabilondo en la primera página del Informe CRUE, “conviene no confundir la información con el conocimiento, ni considerar que ha de identificarse, sin más con la comunicación”. 

¿IGUALITARIA?

 El género es siempre una de las variables contempladas en este tipo de informes, así qué ¿cómo se reparten hombres y mujeres en la UAL? Pues de muchas maneras pero ninguna equilibrada. En un momento en el que las instituciones públicas trabajan, con más o menos acierto, por igualar estadísticas al 50% de hombres y mujeres la Universidad de Almería es la más ‘femenina’ de Andalucía y la cuarta con más presencia de este sexo en toda España -por detrás de la Complutense, la Autónoma de Barcelona y la Rovira I Virgili), cuando menos entre su alumnado. El 60’4 % de las nuevas matrículas en 2006 (1.437) eran mujeres, frente a un 39’5% de hombres (941). La media andaluza y nacional se situaba ese año entorno al 56 /44.

En el porcentaje de éxito la diferencia a favor de las mujeres aumenta notablemente. De todos los titulados que la UAL lanzó al mercado durante el curso académico 2006-2007, el 63% eran mujeres y el 36 hombres (los varones abandonan con más frecuencia sus estudios). 

Si nos fijamos en las ramas de conocimiento preferidas vemos que ellos son mayoría en las Enseñanzas Técnicas (1.597 del total de matriculados son hombres, frente a 675 mujeres). Ellas predominan en Ciencias Sociales (4.554 frente a 2.447), Ciencias de la Salud (479 matriculadas frente a 140 matriculados), Experimentales (256 frente a 212), y Humanidades (308 frente a 139).

Sin embargo, estas cifras no indican que la universidad sea un lugar que escape de la tradicional desigualdad en el reparto de poder. De los 55 catedráticos universitarios que se sientan en los despachos de la UAL sólo 5 son mujeres, (en Andalucía son 169 de casi 1.400). Los profesores titulares varones son más del doble (224 frente a 107) y frente a 86 profesoras asociadas hay 139 profesores. Sumando todas la modalidades en que una persona puede impartir docencia en la UAL, 525 (65%) son hombres y 229 (45%) pertenecen al ‘sexo debilitado’. Se da la circunstancia de que la desproporción aumenta a medida que lo hace la categoría del puesto, el prestigio, y el salario asociado. 

El único sector de las enseñanzas de la UAL en la que la estadística dejaría satisfechos a los defensores más acérrimos de la igualdad estadística serían los doctorandos; 260 hombres y 260 mujeres se preparaban en 2007 para ser doctores y doctoras, así como en los órganos de gestión de la UAL, donde por primera vez hay paridad entre vicerrectores y vicerrectoras. 

¿FALTAN ALUMNOS O SOBRAN PROFESORES? 

La disminución del número de alumnos en las universidades españolas contrasta con el aumento del personal docente, la superficie construida en los campus y el número de centros. ¿Se aproxima España a una crisis de estudiantes? 

Desde que echó a andar el nuevo milenio las universidades españolas sufren una notable sangría de matrículas. Tras décadas de aumento y ampliación de infraestructuras, en sólo seis años han perdido en su conjunto un 14% de alumnos. Si en el año 2000 había en toda España 1.316.000 universitarios, en 2007 quedaban 1.132.000. Las comunidades que más alumnos han perdido son Aragón, Asturias y Galicia -con bajadas en torno al 25%-, situándose Andalucía ligeramente por encima de la media (-15’6%).

Frente a esta bajada de la demanda de estudios universitarios por parte de la juventud (causas habrá muchas y muy complejas), se sitúa un notable aumento del personal docente. En el año 2006 la universidad española era, tras la sueca, la que tenía menos alumnos por profesor de todo el mundo. Visto de otro modo, era la que más profesores tenía por alumno. Y es que mientras los estudiantes no paraban de bajar, los profesores no dejaban de subir. 

in embargo desde el año 2000 la plantilla docente ha aumentado para el conjunto nacional casi en la misma proporción en que han disminuido los alumnos (en torno al 14%). En 2006 teníamos 80.514 profesores universitarios; diez años antes eran 59.700. Por su parte, el personal de administración y servicios ha crecido en más de un 18%. Consecuencia de estas cifras es el hecho de que la universidad española -aún estando lejos de tener los profesores mejor pagados del mundo- es la tercera que más proporción de recursos invierte en pagar salarios. Casi el 80% de los gastos de funcionamiento se destinan a los sueldos.

Más oferta para menos demanda.

Ante esta bajada del número de alumnos, el sistema universitario responde aumentando la oferta de titulaciones. En su conjunto los estudiantes matriculados han disminuido en un 11% entre el 2000 y el 2007. En el mismo período la oferta de titulaciones aumentó en más de un 18%. La única rama que se salva del desajuste oferta/demanda son los estudios sanitarios. Si los estudiantes de nuevo ingreso han aumentado en un 12%, la oferta de centros lo ha hecho en un 11. En el lado opuesto se sitúan las Humanidades, con una bajada del 27% en el total de matriculados frente a un aumento de la oferta de estudios de casi un 5%.; las Ciencias Sociales ven reducidos los nuevos alumnos en un 9% mientras aumenta su oferta en más de un 25%; los nuevos estudiantes de Experimentales se reducen en un 26% mientras aumentan los centros en un 13% y, finalmente las enseñanzas técnicas tienen un 15% menos de nuevos alumnos pero un 22% más de oferta.

LOS SUELDOS SE COMEN LOS RECURSOS 

Según los datos del informe CRUE, la ratio de estudiantes por profesor en la Unión Europea es de 16’4 (15’8 en los países de la OCDE). En España tenemos 10’6 estudiantes por profesor.

Sus autores extraen algunas conclusiones de estas cifras: “La experiencia de otros países que ya aplican las metodologías del EEES revela que no tienen más profesorado por alumno. A cambio tienen mayor disponibilidad de recursos para el aprendizaje: laboratorios mejor equipados, más disponibles, bibliotecas con mejores fondos, mejor tecnología o más personal de apoyo”.

Por si alguien está pensando que los déficits de la enseñanza superior son culpa de un exceso de profesores que viven ‘a cuerpo de rey’, apuntamos otro dato: el salario medio de un empleado universitario en España está en los 37.250 euros anuales. Un valor moderado si se considera que más del 80% de la plantilla se corresponde a categorías con formación de titulación universitaria. La mayoría de empleados públicos cualificados tienen mejores salarios que los docentes universitarios. 

En todo caso, los mismos autores del Informe apuntan que estas cifras, y su comparación con otros países de nuestro entorno con sistemas de calidad equivalente, revelan marcadas especificidades de la universidad española: 

1. La disminución constante de la demanda de enseñanzas de grado.

2. Un exceso de la oferta de titulaciones con baja demanda (más del 50% de las titulaciones ofertadas tienen menos de 70 alumnos de nuevo ingreso).

3. Un exceso de carga docente de los planes de estudios -con frecuencia más de 600 horas lectivas con profesor, frente a titulaciones equivalentes que en Europa se sitúan entre las 300 y las 400 horas de clases presenciales-.

A este respecto se concluye: “la proporción de los gastos corrientes dedicados a personal es muy elevada y actúa reduciendo los medios al alcance de los alumnos para desarrollar un aprendizaje más activo, lo que implica menores gastos de inversión en equipamiento, en fungible y en personal técnico de apoyo. 

Este diagnóstico de desfase entre alumnos/profesores/recursos corre el riesgo de agravarse. El Instituto Nacional de Estadística contempla en sus proyecciones (que por cortas en el tiempo son bastante fiables), una fuerte bajada en el número de españoles jóvenes entre los 18 y los 21 años. Si en el 2000 eran casi 2.900.000, en el 2005 eran 2.630.000; se espera que en 2010 estén entorno a los 2.360.000 (un 18% menos). Para el caso andaluz las perspectivas no son más esperanzadoras (-17%). 

Teniendo en cuenta cifras como éstas el informe de la CRUE contempla una única posibilidad de estabilizar el sistema: que aumente la proporción de jóvenes que accede a la universidad. Sin embargo, no son muy optimistas al respecto: “En el año 2000 la tasa de universitarios en España (53%) se encontraba ya en la media de los países de la UE. No parece, por tanto, muy probable que sufra cambios bruscos”. 

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