El campeón del mundo y ahora cinco veces subcampeón Víctor Fernández sigue marcando una época. Después de siete años entre los tres mejores del planeta no cesa de demostrar su windsurf extremo con un estilo propio a la vez que radical. Fernández ha pasado de ser aquel niño ejidense al que le daban miedo las olas con tan solo cinco años mientras su padre navegaba en Almerimar, a convertirse en leyenda y referente de su deporte.
Esta temporada ha perdido el título debido a las reglas de la PWA, es decir, por la posibilidad de poder descartar el peor resultado de una de las cuatro pruebas que se disputan. Esa norma ha permitido al hispano-alemán Philip Köster conseguir su tercera corona mundial en detrimento de un Víctor Fernández con el que ha acabado empatado a puntos.
No cabe duda de que ambos windsurfistas están en lo más alto, y su rivalidad es el principal atractivo para esta modalidad en olas. En Pozo Izquierdo (Gran Canaria) Köster venció a Víctor después de que el ejidense remontara siete mangas en la doble eliminatoria, consiguiendo estar entre los dos mejores por noveno año consecutivo.
En Tenerife fue Víctor el ganador, una vez más forzando y venciendo en la superfinal al australiano Jaeger Stone para convertirse líder momentáneamente en el líder del Mundial, ya que Köster acabó tercero. Tras el parón estival tocaba navegar en el Mar del Norte, concretamente en Dinamarca, en donde una vez más Víctor demostró su calidad en la doble eliminatoria alcanzando la segunda posición y forzando la final con Köster, que lograba imponerse con 27,5 puntos frente a los 25,95 puntos del ejidense.
El empate entre ambos volvía a producirse, si bien el hispano-alemán hacía valer sus dos triunfos parciales. Tras Dinamarca las condiciones no acompañaron ni en Alemania ni en Francia, situación que fue determinante para la resolución del título mundial. Acortado el calendario sin las citas alemana y francesa, todo se decidiría en Hawaii. Las opciones de Víctor pasaban por ganar la PWA NoveNove Aloha Classic en Maui.