El alcalde de Vícar, Antonio Bonilla ha mostrado una vez más el compromiso del Ayuntamiento para con la agricultura, como principal motor económico del municipio y lo ha hecho mostrando el apoyo decidido del gobierno municipal a la última iniciativa de las Consejerías de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural y Medio Ambiente y Ordenación del Territorio para resolver el problema de los restos vegetales que se generan cada campaña en las explotaciones agrícolas.
Un problema que como ha señalado Antonio Bonilla, «viene originado especialmente por la concentración en el tiempo de la producción y por la composición de los propios restos vegetales que no siempre facilita la gestión, debido al elevado contenido en humedad, restos de rafias y alambres, entre otros».
De ahí que el alcalde haya dado instrucciones al Área de Agricultura y Medio Ambiente para que trabaje, en la presentación de propuestas destinadas a enriquecer el documento que ha elaborado la Junta de Andalucía, Estrategia de Gestión de Restos Vegetales en la Horticultura de Andalucía. La gestión y valorización de los restos orgánicos es una cuestión crucial para este sector, no sólo para tener unos campos limpios y evitar la proliferación de plagas, sino también para no dañar la imagen de nuestra agricultura en el exterior, donde se encuentra nuestro principal mercado.
Se trata por tanto de una iniciativa que nace de una necesidad del propio sector productor, para avanzar en un modelo de producción respetuoso con el medio ambiente y basado en una economía circular. Aunque se cuenta con un sistema de gestión de restos vegetales de invernadero, basado fundamentalmente en la gestión en las plantas de tratamiento, se es consciente de que hay que acometer un conjunto de medidas y actuaciones para mejorar la gestión en el seno de una economía circular. En el Ayuntamiento de Vícar, responsables políticos y técnicos, trabajan ya de cara a fomentar la reducción del volumen de restos vegetales que va a las plantas de gestión, así como en potenciar el proceso de triturado o picado de los restos, necesario para la autogestión de los mismos. También se buscan fórmulas para facilitar el transporte a las plantas de tratamiento, reduciendo el volumen de restos, además de incentivar el uso de rafias biodegradables y compostables que faciliten el destino de los mismos para compostaje y también en mejorar la logística del transporte durante las campañas, fomentando la creación y mejora de pequeñas plantas que sean más operativas, realizando estudios que identifiquen las zonas idóneas donde ubicarlas.
Como ha señalado el concejal de Agricultura y Medio Ambiente, Francisco Rodríguez, «en Vícar coincidimos con la Junta de Andalucía, en que las entidades locales juegan un papel fundamental en la búsqueda de emplazamientos para la red de pequeñas plantas de tratamiento y en colaborar para su implantación, de ahí que nos hayamos puesto a trabajar en ello, teniendo en cuenta que el tener un campo limpio es labor de todos».
