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Vecinos de Torrecárdenas se concentran mañana en contra de la instalación del crematorio

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La Plataforma Contra el Crematorio de la Capital se concentra mañana día 1 en la puerta del Cementerio de San José para pedir al alcalde y candidato a senador por el PP, Luis Rogelio Rodríguez, que paralice las obras del Crematorio que se está construyendo junto al Cementerio, a escasos cien metros de las viviendas del barrio de Torrecárdenas.

Según los vecinos el Ayuntamiento y la empresa concesionaria están levantando unas instalaciones para incinerar varios cadáveres diarios, además de los huesos que salen de los nichos del saturado cementerio de San José de la localidad. Los vecinos temen varias chimeneas emitiendo vapores, humos, olores, toxinas, dioxinas, furanos y metales pesados que se emitirán a la atmósfera por las chimeneas del crematorio y que el viento de poniente, predominante en la capital, extenderá por todo el barrio. Los vecinos más vulnerables: niños, mujeres embarazadas, mayores o personas con problemas respiratorios, serán los primeros en sufrir los efectos a corto plazo. A largo plazo será el resto de la población el que puede sufrir enfermedades desde respiratorias a cancerígenas debido a los doscientos microgramos por metro cúbico de mercurio que se usan durante el proceso de la cremación de un cadáver entre otras sustancias nocivas.

Según los vecinos, los peligros del mercurio son severos incluso en dosis pequeñas. Una vez se deposita en el cuerpo humano afecta inmediatamente a la función de los riñones y el sistema nervioso central, generando infartos cerebrales, entre otras patologías. Además, la pérdida del balance de bacterias intestinales resistentes, de antibióticos naturales del organismo, afecta a la fertilidad por las mutaciones que produce.

Los vecinos añaden además que el Convenio de Estocolmo, firmado para eliminar las doce sustancias más tóxicas del planeta, lista a los crematorios incineradores como una fuente de eliminación de toxinas, furanos y metales pesados a través de sus chimeneas. La Organización Mundial de la Salud también ha declarado a las dioxinas como un “cancerígeno humano cierto”.

Y es que la combustión de la carne de un cadáver desaparece rápidamente al ser tejidos blandos en un 75-80% compuesto de agua. El problema viene cuando hay que reducir a ceniza huesos, implantes dentales, marcapasos, prótesis, para los que hay que emplear este tipo de sustancias nocivas. Además de estas sustancias, los vecinos aseguran que por las chimeneas irán al barrio isótopos radioactivos de personas fallecidas con cáncer procedentes de tratamientos como la quimioterapia, marcapasos que explosionan incluso con su pila, prótesis diversas (titanio, metales, plásticos de última generación para sustitución de arterias y venas), el mercurio de los empastes dentales, el plomo del sellado de los féretros de personas fallecidas con alguna enfermedad infeccionas, entre otras.

Desde el Ayuntamiento están intentando politizar el tema dividiendo a los vecinos, y aseguran que los éstos no tienen nada que temer debido a que el crematorio lleva unos filtros de ultimísimo generación. Pero investigaciones individuales de los vecinos respecto a otros crematorios concluyen que estos no se instalan porque son carísimos, y cuando lo hacen no los usan por su alto coste de mantenimiento. Por ello estos vecinos creen que una vez creado el crematorio ya no habrá vuelta atrás.

En la asamblea vecinal pudo verse desde el padre del niño Edu, conocido por su activismo a favor de su hijo con una grave enfermedad, hasta vecinos de Huércal de Almería que relataron su experiencia sobre cómo se engañó a estos vecinos con el crematorio de la localidad. “Un día iba a llamar a los bomberos porque parecía que había una nave ardiendo. Me dijeron que no lo hiciera, que era el crematorio. Estuve dos días sin comer de ver aquello. Parecían los hornos de Mauthausen”, asegura esta vecina.

Los vecinos van a iniciar un calendario de movilizaciones que implica la colocación de pancartas en los balcones, una reunión semanal en la sede de la asociación de vecinos, recogida de firmas (ya se llevan recogidas cerca de dos mil), o una protesta el día uno de noviembre, fiesta de Todos los Santos, en las inmediaciones del crematorio ya en obras.

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