Presente en casi todo lo que nos rodea y responsable de muchos de los avances de los que disfrutamos hoy día. La química orgánica es una de las disciplinas más amplias del conocimiento químico y que más compuestos estudia. Y es que se centra en todos los productos que tengan al carbono en su composición, es decir, a la gran mayoría de los que nos rodean y nos hacen la vida más fácil.
La química orgánica se constituyó como disciplina en los años treinta. El desarrollo de nuevos métodos de análisis de las sustancias de origen animal y vegetal, basados en el empleo de disolventes como el éter o el alcohol, permitió el aislamiento de un gran número de sustancias orgánicas que recibieron el nombre de «principios inmediatos». La aparición de la química orgánica se asocia a menudo al descubrimiento, en 1828, por el químico alemán Friedrich Wöhler, de que la sustancia inorgánica cianato de amonio podía convertirse en urea, una sustancia orgánica que se encuentra en la orina de muchos animales. Antes de este descubrimiento, los químicos creían que para sintetizar sustancias orgánicas, era necesaria la intervención de lo que llamaban ‘la fuerza vital’, es decir, los organismos vivos.
Sin embargo, su historia en la Universidad de Almería es algo más reciente. Se remonta a sus inicios, cuando todavía era un centro dependiente de la Universidad de Granada. Fue en ese momento, en 1974, cuando se implantaron los estudios de Química Orgánica dentro de la aún inexistente Universidad de Almería, gracias al impulso que dio a la disciplina el profesor, ahora jubilado, Juan José Giménez. Él fue el primero que vio la necesidad de introducir esta rama de la química en la Universidad de Almería, en parte, por los retos a los que tenían que hacer frente los alumnos formados en el centro almeriense; y también porque esta disciplina está detrás de muchos de los avances experimentados por el sector de la agricultura intensiva. Fue uno de los pioneros en ver la necesidad de vincular el trabajo de la Universidad de Almería con los sectores productivos de su entorno, y es ahora la propia Universidad la que le ha rendido un homenaje dando su nombre al antiguo Laboratorio de Química Orgánica, que ahora pasa a llamarse Laboratorio Juan José Giménez.
Recién licenciado en Químicas por la Universidad de Granada, Giménez impulsó los estudios de Química Orgánica en Almería en 1974. En 1990 fue nombrado profesor titular de la Universidad de Granada en Almería y tres años más tarde obtuvo la plaza de profesor titular de la ya autónoma Universidad de Almería.
Durante su dilatada trayectoria docente, Giménez también ha ocupado diversos cargos académicos, como el de vicerrector de Extensión Universitaria y vicerrector de Estudiantes, ambos durante el mandato de Alfredo Martínez Almécija como rector de Universidad de Almería. Como responsable del área de Extensión Universitaria, Juan José Giménez puso en marcha los primeros cursos de verano, en julio de 2000.
Y su iniciativa está detrás de una historia de éxito, en la que la Universidad de Almería ha colocado sus estudios de química entre los mejores de Andalucía, por delante incluso de otras universidades de mucho mayor tamaño, como refleja el Ránking de Universidades Españolas según Campos y Disciplinas Científicas, elaborado por la Universidad de Granada, y convertido en un referente en su clase.
Muchos habrían apostado que la rama científica en la que más destaca la Universidad de Almería era la agronomía, pero resulta que en el periodo 2002-2011 es en el campo de la Química en lo que más destaca la almeriense, que se encuentra en el puesto 22 a nivel nacional, según el mismo ránking, aunque también es verdad que estos estudios no se pueden desvincular de otras muchas parcelas del conocimiento científico, que utilizan los postulados de la química en su quehacer diario. Un ejemplo de esto es el campo científico de Ciencias de la Tierra y Medioambientales, que en los últimos años han experimentado un destacado avance. Tanto ha sido así que se han colocado cuatro puestos por delante de la Química e Ingeniería Química, si el periodo de análisis es 2007-2011, y en los que la Universidad de Almería es la 18 mejor del país. En este periodo también mejora un puesto el campo científico de Química e Ingeniería Química, de forma que la almeriense está clasificada como la 21 del país en ese campo.
Para hacerse una idea de la importancia que tiene aparecer en el puesto 21 de las universidades españolas en este campo de la ciencia, es necesario comparar cómo salen paradas a nivel nacional las grandes universidades andaluzas como son las de Sevilla, Córdoba y Granada, que aparecen en los puestos 15, 16 y 17, respectivamente.
Aunque donde en verdad destacan los estudios de Química en la Universidad de Almería es cuando se comparan con el resto de las andaluzas. En el periodo 2002-2011, la almeriense ocupa el cuarto mejor puesto, por delante de universidades como las de Málaga, Cádiz, Huelva y Jaén, que ocupan los puestos sucesivos al de la almeriense, en una clasificación dominada por las de Sevilla, Granada y Córdoba.
Hablar de Química Orgánica es hacerlo de una rama de la química que estudia gran parte de lo que nos rodea, explica el vicedecano de Química, Manuel Muñoz, quien también explica que no se puede entender un grado en Química sin la química orgánica.
Y es que los medicamentos, plaguicidas, piedra artificial, pinturas, textiles los textiles y un largo etcétera son resultantes de procesos de química orgánica, de procesos en los que están presentes el carbono y el hidrógeno, además de otros elementos y que han servido para hacernos la vida mucho más cómoda.
Como dice Manuel Muñoz, la química orgánica es “esencial” para entender el mundo en el que actualmente vivimos y su contribución para la vida ha sido “enorme”. En Almería se han gestado algunas de esas contribuciones en campos como la agricultura o el medio ambiente y otros muchos que están por venir, a tenor del trabajo que hacen los investigadores de la Universidad de Almería.
Artículo publicado en Nova Ciencia
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