La historia ha ido dejando su huella a su paso por el municipio de Níjar, tanto a nivel arquitectónico como de costumbres, gastronomía o en la artesanía del lugar, que aún podemos observar y admirar si nos decidimos a sumergirnos en ese pasado aún presente en diversos rincones y núcleos de la zona. La más antigua referencia del municipio se halla en Los Escullos, donde restos de talla de piedra nos llevan al periodo Mesolítico, hace más de 10 mil años. Los primeros asentamientos colectivos importantes en la zona pertenecen a la Cultura de los Millares. En Barranquete hay una necrópolis con once enterramientos excavados y datados en el año 2330 a. de C y en el que se han encontrado restos que inducen que trabajaban el cobre y tenían una cerámica decorada con motivos solares.
Fenicios, romanos y árabes fueron dejando también su impronta en el lugar, especialmente el islam del que encontramos la Atalaya, trazado de las calles de la villa y los primeros aljibes, pozos o algunos molinos que pueblan la ribera de Huebro.
Las construcciones defensivas del siglo XVIII pretendían defender la zona de los ataques de piratas que asaltaban la costa en busca de minerales y agua. Entre esas construcciones podemos aún ver algunas como la Torre de la Vela Blanca, el Castillo de San Pedro (construido con anterioridad y reforzada posteriormente), la batería de San Felipe de Los Escullos, o el de San Ramón en el Playazo.
Rodalquilar con su pasado minero que data del siglo XVI cuando un miembro de la corte de los Reyes Católicos consiguió la concesión de la explotación de los alumbres cuenta con una torre fuerte (conocida como de los Alumbres) y una explotación minera que perduró hasta el siglo XIX. En 1883 se descubre oro en la mina “Las Niñas” de Rodalquilar y en 1925 comienza la extracción de este mineral en el lugar. Después de diversos avatares continúa ésta por la compañía Adaro. Este pueblo tuvo una especial relevancia por la gran cantidad de trabajadores que se requirieron y de él aún podemos ver esas minas y casas que dan una imagen característica al lugar.
Molinos, el acueducto de Fernán Pérez, el Pantano de Isabel II, la Iglesia de la Villa, la Noria del Pozo de Los Frailes o el aljibe el Bermejo son otros puntos de obligada visita y cargados de historia. No hay que olvidar una parada en el Cortijo del Fraile, donde transcurrieron los hechos en los que se inspiró el gran Federico García Lorca para escribir su obra “Bodas de Sangre”.
Más reciente los pueblos de colonización como Puebloblanco, Atochares, Campohermoso y San Isidro con su arquitectura típica dieron un cambio a este municipio que aún sigue haciendo historia.
Antonio Jesús Rodríguez, alcalde de Níjar, ha explicado que “nuestro municipio ofrece una amplia oferta a todo el que decida acercarse hasta aquí. No sólo nuestra costa es digna de ser visitada, sino que también sus distintos monumentos y emplazamientos históricos deben de ser conocidos y puestos en valor para el uso y disfrute de todos y de generaciones venideras”.
Por su parte, Mª José Herrada, concejala de turismo, ha señalado que “contamos con una amplia oferta turística y de turismo activo. Una de las opciones que se ofrecen es la de realizar algunas de las rutas turísticas en las que se incluyen algunas por los castillos defensivos de nuestra costa como es la ruta de los piratas o la del agua en la que se podrán ver los molinos que pueblan la ribera de la rambla de Huebro. Tampoco podemos olvidar las rutas del cine, que recorren los principales puntos donde se rodaron películas tan famosas como La Muerte Tenía un Precio o Por un puñado de dólares. Nuestros vecinos y visitantes pueden completar su día realizando alguna de estas rutas”.
Según Gemma Garrido, concejala de cultura, “Níjar es un municipio con mucha historia, la cual está patente y presente en multitud de enclaves que pueden ser admirados para aquellos que les gusta descubrir el pasado. Monumentos y restos de esta historia jalonan la comarca para el disfrute de todos. Ésta es una oferta complementaria que junto con la cultural, gracias a las diversas actividades como conciertos, teatro o danza se pueden realizar en cualquier época del año, convirtiéndose en una alternativa para esos días que no sabemos que hacer”
