Manuel Pérez Sola, conocido activista almeriense, y Araceli Sánchez, arquitecta, fueron los encargados de presentar la asociación SOS Toblerone, constituida para luchar desde el punto de vista legal, en defensa del Toblerone. Esta asociación, definida por Araceli Sánchez como un grupo de «acción rápida».
Esta asociación ha unido a las dos plataformas que se crearon en Facebook, ante las noticias aparecidas en la prensa, que indicaban una próxima demolición del edificio industrial, para la construcción de una serie de viviendas, y que reportaría al Ayuntamiento de Almería una plus valía cercana a los quince millones de euros.
A pesar de haber sido creada muy recientemente, la asociación ya ha registrado su primera acción, como ha sido la presentación de una solicitud ante la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía, en la que piden la declaración del silo de almacenamiento de hierro como Lugar de Interés Industrial, en virtud de la Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía de 2007, por «los valores arquitectónicos, históricos, sociales, tecnológicos y de integración territorial, que lo convierten en un excepcional ejemplo del patrimonio industrial minero de la provincia de Almería». Y esta solicitud se apoya en un informe realizado por el profesor de la Escuela de Arquitectur de la Universidad de Sevilla y un referente en la materia, Julián Sobrino, que también es vicepresidente de The International Commitee for Conservation Industrial Heritage.
En su escrito técnico, Julián Sobrino, definido por Manuel Sola como una de las personas más relevantes en este ámbito a nivel internacional, avala el valor patrimonial de esta muestra del pasado minero de Almería, construída en los años 70, para almacenar y hacer llegar al Cable Francés el hierro de las minas de Alquife.
Además del escrito presentado, la asociación va a iniciar una recogida de firmas para que no se tire el Toblerones y anunció que va a presentar una moción no resolutiva en el Ayuntamiento de Almería, para que sea estudiada antes de la aprobación del Plan General de Ordenación Urbana, donde se prevé la transfomación del espacio en edificios de viviendas, junto al ya tan anunciado soterramiento de las vías del tren.
Las razones que esta asociación encuentra para que no se tire el Toblerone son muchas, aunque una de las más destacadas es que este edificio ha pasado a formar parte de «la identidad de Almería» y esperan que los propietaros «se den cuenta de las posibilidades» que ofrece un edificio como el Toblerone, que puede tener tantos usos como se quiera imaginar, incluso hasta el de convertirse en viviendas tipo loft, por eso que miembros de la asociación esperan reunirse con los actuales propietarios del edificio para trasladarles sus ideas.