Así se dibuja este viaje por el universo mágico del títere en el que se persigue que los visitantes “descubran un mundo que nos ayuda a saber lo que somos y que está entre nosotros más de lo que creemos, pero que es muy desconocido”, afirma el comisario de la muestra y director de la compañía, Enrique Lanz, que añade: “Y el Parque de las Ciencias es el mejor de los espacios para descubrirlo ante todo los públicos”.
Y es que la muestra es el resultado de la fusión del arte, la ciencia y la técnica gracias a la creatividad e ingenio del ser humano, como resume el Director del Parque de las Ciencias, Ernesto Páramo: “La historia que queremos contar en esta exposición trasciende la propia historia de esa compañía que es Etcétera. Es una historia universal. Trata del esfuerzo por materializar las ideas que pueblan nuestras mentes. De esa mezcla prodigiosa de artes y técnicas que es el mundo de los títeres. Del ingenio, la iluminación, el sonido, el color, las poleas y contrapesos, el ritmo… Todo al servicio de una historia. Esta exposición trata, en definitiva, de la creatividad asombrosa del ser humano’.
Con este recorrido por sus tres décadas de vida, Etcétera no solo pretende repasar su trayectoria, sino también reivindicar el trabajo de los titiriteros en general y de Hermenegildo Lanz, en particular, “una figura clave en la evolución del títere en España” y el “cordón umbilical” de la compañía con el universo de los títeres, como recuerda Yanisbel Victoria Martínez, la otra integrante de la compañía y también comisaria de la muestra. Por eso, además de los documentos inéditos de ‘Cuento de brujas’, se muestran las marionetas de ‘Los Títeres de cachiporra’ que diseñaron Lanz, Lorca y Falla para su estreno en Granada y otros creados por Lanz. E incluso se expone la marioneta de ‘Totolín’ que, aunque nunca salió a escena, si fue protagonista de todos los artículos de Lanz en la revista literaria ‘La esfera’.
El espacio dedicado a Lanz se integra dentro de un área dedicada a las tradiciones titiriteras en el mundo y a las principales técnicas que existen. Las piezas que se exponen forman parte de la colección de la compañía y proceden de lugares tan diversos como Vietnam, Mali, Tailandia o China. Algunas de ellas tienen casi un siglo y otras son totalmente actuales, pero todas están ahí con una finalidad: “Llamar la atención de la sociedad porque muchas de estas tradiciones están en peligro de extinción y, con ellas, la historia y la cultura de muchos pueblos”, reivindica Martínez.
El espacio central de la exposición lo ocupa el montaje de la ópera de Manuel de Falla ‘El retablo de maese Pedro’ tal y como se ha representado en los mejores teatros del mundo como el Gran Liceu de Barcelona, el Teatro Real de Madrid o el Palacio de Bellas Artes de Bruselas. Pero con una novedad: se ha dejado abierta al público la zona de tránsito de los manipuladores para que el público pueda descubrir lo que hay detrás de la escena, es decir, la tecnología necesaria, la disposición de los títeres durante la función, los focos, los elementos del decorado, etc.
El lado que no se ve también se pone al descubierto con la organización de sesiones en las que los visitantes podrán ver en directo como los manipuladores dan vida y movimiento a grandes títeres.
Para finalizar los visitantes que lo deseen pueden tener un papel relevante participando en el teatro de sombras o en el teatro negro. Dos actividades con el formato de taller didáctico que requieren de la interactividad del público.