Diversas investigaciones científicas desvelan que las propiedades del tomate favorecen la prevención de varios tipos de cáncer. Numerosos estudios indican que el consumo habitual licopeno, que presenta propiedades antioxidantes, contribuye a reducir la aparición de variedades como próstata o pulmón.
Es de sobra conocido que el tomate está por caracterizado por su genuina intensidad, tanto en sabor como olor; pero no siempre esto es lo más importante. El factor saludable, intrínseco y que se le presupone a este fruto, cobra más fuerza aún si cabe por las garantías a las que está sometido.
Los científicos descubren constantemente nuevas propiedades beneficiosas que aporta el tomate para la salud. Muchas de ellas aún se están fraguando, otras están totalmente confirmadas. Entre estos estudios se ha descubierto, a rasgos generales, que el tomate protege la próstata y estimula las defensas. En este sentido, se persigue la constatación de que, en el caso de la próstata, contribuya a reducir la posibilidad de cáncer; al igual que de otros tipos como de pulmón o tracto digestivo y de cuya confirmación solo parece cuestión de tiempo.
“No cabe duda de que el tomate es una hortaliza básica en una dieta saludable. Actualmente se están estudiando sus propiedades antioxidantes, características del licopeno. Un carotenoide y precursor de la vitamina A que favorece la división celular”, explica Mercedes Ríos, médico de la Asociación Contra el Cáncer de Almería, quien subraya que aún hay muchas propiedades por descubrir de este fruto.
En este sentido, y pese a que el recorrido será largo, cada vez son más numerosas las investigaciones presentes en publicaciones médicas que demuestran la importancia del licopeno para el organismo. “Siempre estoy al tanto de los nuevos avances en las propiedades que van surgiendo del tomate en general, y sobre todo del licopeno en particular, dadas sus propiedades antioxidantes”, explica la doctora Ríos, quien coordina en la Asociación Contra el Cáncer de Almería la labor de ir por los centros educativos de toda la provincia para informar a los más jóvenes sobre hábitos de vida saludable y, sobre todo, qué alimentos favorecen la prevención. Una lista en la que el tomate cada vez está cobrando más protagonismo.
También son más los estudios que vienen contrastando los efectos positivos del tomate de cara a la prevención de la arteriosclerosis y del síndrome de degeneración macular, que se erige como la principal causa de ceguera en las personas mayores de 65 años.
De esta manera, un alimento básico en la cocina de cualquier hogar; versátil y, en el caso del tomate con Indicación Geográfica de Origen, con un sabor de una calidad extraordinaria, sigue a día de hoy despertando el interés de unos científicos que trabajan por conocer con mayor profundidad sus propiedades, sobre todo la del licopeno, que protege a las células de los efectos de la oxidación.
