José María Peinado ha sido Decano de la Facultad de Medicina de Granada, ha estado al frente de la Conferencia Nacional de Decanos y ha coordinado los trabajos de adaptación de la titulación al EEES. Es el único miembro externo a la UAL de la recién creada Comisión de Medicina, un órgano encargado de “hacer las propuestas profundas sobre la necesidad de implantar Medicina” en Almería.
La Organización Médica Colegial, la Conferencia Nacional de Decanos o el CEEM; Todos insisten en que no son necesarios más médicos. El Ministerio dice que existe déficit ¿Faltan médicos en España?
Es una pregunta compleja para responder. Todas las organizaciones que mencionas están intentando ponerse de acuerdo. El número de médicos en España se sitúa en la media de los países desarrollados. Desde este punto de vista no harían falta más. Pero hay que estudiar las tasas de jubilación, las previsiones del sistema etc. Hace cinco años nadie preveía que pasaríamos de 41 a 46 millones de habitantes. Además tenemos 17 sistemas de salud diferentes con poca permeabilidad. ¿Faltan médicos en algunas autonomías y sobran en otras? ¿Faltan pediatras y sobran oftalmólogos? Puede haber muchos médicos en Almería y pocos en Huércal Overa. El sistema público nos transmite un déficit fundamentalmente en zonas rurales y en algunas especialidades.
Uno de los argumentos para aumentar las plazas en Medicina es la llegada de médicos extranjeros. ¿Cómo influye el mercado global en el sector?
Mucho, sobre todo en la dificultad de hacer previsiones en ámbitos pequeños. Un ejemplo: Pamplona tiene una de las facultades privadas más prestigiosas y un número de médicos per cápita muy alto. ¿La oferta de la Facultad de Pamplona es para los médicos de Navarra? ¿A dónde van los médicos cuando se licencian o a hacer la especialidad?. Si Pamplona hiciese previsiones sobre cuántos médicos va a formar en función de cuántos necesita Navarra se equivocaría. Los médicos, como otras profesiones, están siguiendo el flujo de capital. El gran receptor es Estados Unidos. Allí ganan mucho dinero y prestigio social. Los médicos españoles han descubierto que son buenos y pueden trabajar en entornos de mayor reconocimiento. Hay una migración de médicos españoles al extranjero. Por su parte, aquí vienen sobre todo médicos extracomunitarios. Se homologan unos 3.000 títulos al año.
¿Cuál de las dos cifras pesa más?
Según mis datos recibimos más médicos de los que exportamos.
Además del número de titulados está la cuestión de dónde se forman. La OMS sitúa a España entre los países con más facultades de medicina por habitante. ¿Es necesario crear más?
Siempre he dicho que no es necesario hacer más facultades, sino planificar y dotar de recursos a las que ya existen. Sigo creyendo en eso. El número que existía hace un año, antes de que se creasen las cinco nuevas, era adecuado a la infraestructura del país. El equilibrio se ha roto por comunidades como Madrid y Cataluña. Es difícil parar la fuerza de los hechos en zonas emergentes que quieren potenciar sus sistemas universitarios. Con las previsiones de más centros en Madrid, Valencia y Murcia, creo que hay que reorganizar el sistema haciendo que las facultades formen a los médicos que podamos requerir. Un elemento clave será el control de la calidad. No podemos repetir experiencias como la de los años 80 en la que formábamos médicos que se iban directamente al paro. Es un lujo innecesario. Si es difícil hacer previsiones para una sola comunidad, es casi imposible para el conjunto del país. Siempre he sido muy crítico en este respecto con el sistema de salud. Hay que velar por la calidad y por el número total de alumnos.
De las cinco nuevas facultades aprobadas este año, dos son privadas. ¿Cómo valora la cifra y el papel de estos centros?
No estoy en contra de las facultades privadas. Estoy en contra de la utilización de recursos públicos para lo privado. El acceso no se realiza en igualdad de condiciones. La selectividad para ellas es un elemento más, pero valoran otros que no tienen que ver con las capacidades del alumno, como sus recursos económicos. Las privadas deben usar recursos privados y no hospitales públicos. La formación como especialista se da en instituciones mayoritariamente públicas; otro elemento de desigualdad. El caso de la Católica de Valencia es especial. Oficialmente no existe pero sé que está funcionando. No ha sido aprobada por la ANECA, así que está en una situación muy irregular.
Como ex Decano de la Facultad de Medicina de Granada y al frente de los decanos españoles pedía cuidar las facultades existentes en lugar de crear nuevas. ¿Existe déficit de calidad por falta de presupuesto?
Existe mucha diversidad en las facultades. No se puede homogeneizar. Lo cierto es que afrontan problemas durante los últimos treinta años que no se han resuelto. Las modificaciones legales y presupuestarias no han abordado la especificidad de Medicina. Nos encontramos con ciertas contradicciones. No en cuanto a recursos; Granada por ejemplo dispone de muchos recursos y la capacidad de obtener todavía más-. Pero sin duda hubiese hecho falta más. Creo que hay que revisar a nivel nacional la relación de las facultades con el sistema sanitario.
¿Cree que hay que aumentar plazas en las existentes o de crear nuevas?
El aumento de alumnos ya se ha hecho. En los últimos tres años ha crecido casi un 20 por ciento; pero lo ha hecho sin aumento de los recursos de los que disponían las facultades. No diré el nombre, pero me consta que en algunas se dan casos de alumnos sentados en el suelo. ¿Cómo podría ayudar la creación de nuevas facultades? Absorbiendo este incremento sin merma de calidad. Otra cuestión importante es qué sucederá cuando necesitemos reducir el número de alumnos ¿Cerraremos facultades o reduciremos alumnos? Las cosas son mejores o peores dependiendo de la racionalidad con que se hagan. Creo que deberían haberse incrementado facultades en base a estudios previos y poco a poco. En lugar de esto hemos roto el equilibrio que había. Después de Madrid y Cataluña otras comunidades autónomas grandes querrán más facultades. Esto es lo que sucede en Andalucía.
Se vincula una facultad de Medicina en Almería con una mejor atención sanitaria a los almerienses ¿Existe relación?
Creo que sí. Aunque la respuesta necesita matización. La universidad siempre es un elemento dinamizador en todos lo ámbitos. En el caso de Medicina dinamiza el estatus sanitario del lugar en que se instala. Tanto la potenciación de la docencia como la de la investigación se retroalimentan con el sistema sanitario. Es una relación enriquecedora. Ahora bien, en España el sistema sanitario es público, gratuito, universal y de calidad.
Usted destaca la investigación biomédica como una de la potencialidades de Almería ¿Podría competir con entes como el Cabimer o el campus de Ciencias de la Salud granadino?
Toda apuesta que se ponga encima de la mesa por la investigación es buena. Que la Junta haya apostado por el Campus de la Salud en Granada es bueno porque se hace investigación de calidad. Pero no es malo que también se haga investigación de calidad en Almería , en Jaén o en Huelva. Dirijo un programa de doctorado en Almería desde la UGR en colaboración con el Colegio de Médicos. Aquí veo grandes potencialidades de investigación y creo que se desarrollaría mucho más si existiese un elemento dinamizador. Está claro que la investigación es competitiva, pero no podemos plantear que Granada deje de investigar porque ya lo hace Sevilla.
La apuesta por traer Medicina a Almería surge desde el Colegio de Médicos. ¿Es la institución adecuada para pedirla?
Es una más. Pedir es libre. Otra cuestión es el dar. El Colegio reúne a los profesionales de Almería, conoce la problemática sanitaria, las necesidades y los recursos. Si ellos tomaron la iniciativa a mí me parece que están perfectamente legitimados. Conozco bien el Colegio y sé que están muy preocupados por la calidad sanitaria de la provincia y la docencia.
Jaén y Almería compiten por tener Medicina ¿Cree que se tomará la decisión en base a criterios de gestión de expertos o en base a un criterio político?
Me gustaría que fuesen criterios racionales, pero evidentemente la última palabra está puesta en manos de los que hemos puesto para decidir, como sociedad democráticamente articulada. La decisión de la creación de nuevas titulaciones, no solamente Medicina, va a depender de la Junta de Andalucía. En última instancia será una decisión política, lo cual no significa que sea una decisión politizada. Veo en las últimas declaraciones que los responsables están intentando despolitizar la decisión.