Desde el este abril avanzan los trabajos de restauración en el río Adra que están recuperado la capacidad de desagüe del río, esta propuesta de la Junta de Andalucía va a garantizar su progresiva naturalización. El propio delegado de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Antonio Martínez, verifica la evolución de los trabajos que cuenta con una inversión de 1.170.000 euros y un plazo de ejecución de 24 meses.
El delegado de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Antonio Martínez, ha visitado el progreso de la restauración ambiental que la Junta está realizando en el tramo final del río Adra, catalogado en el Plan de Gestión de Riesgos de Inundación y aprobado junto al nuevo Plan Hidrológico de la Cuenca Mediterránea Andaluza, como Área de Riesgo Potencial Significativo de Inundación.
Los trabajos iniciales se han centrado en la eliminación de residuos distribuidos de forma anárquica, pero continua, a lo largo del lecho fluvial y sobre ambos márgenes del cauce. Las labores han beneficiado ya al conjunto del subtramo objeto del proyecto, en los 8 km del río que discurren entre la junta de los ríos Grande y Chico de Berja, en el límite del termino municipal de Adra y la desembocadura en el Mediterráneo.
Las miles de toneladas de residuos, han sido extraídos para recuperar la capacidad de drenaje del río, evitando así los riesgos de derrame lateral por taponamiento, a la vez que se han restaurado los niveles de naturalidad propios de su declaración como Zona Especial de Conservación, son de muy diversa tipología y origen.
Resultan mayoritarios los residuos de origen agrícola, acumulados durante dos décadas (plásticos, alambres, postes, envases de fertilizantes y restos de cosecha), ganadero (cadáveres de ganado caballar, caprino, ovino y porcino, restos de esquila de ovino, etc. ), de construcción (materiales de demolición, escombros de construcción, restos de limpieza de hormigoneras, etc.) y los residuos generados en entornos urbanos y domésticos (neumáticos, mobiliario deteriorado, electrodomésticos, y cientos de toneladas de bolsas de basura no separada arrojadas al cauce).
En todo el subtramo se han desarrollado intensos trabajos de poda y desbroce, con diferentes metodologías manuales y mecánicas, de las especies exóticas que proliferaban en el cauce (cañaveral, acacias, ricino, tabaco moro, etc.), procediendo a su acopio, triturado y reintegración al Dominio Público Hidráulico del Río. Un procedimiento que se ha reproducido con el ingente volumen de cepas y rizomas del cañaveral, generados mediante extracción mecanizada, si bien en este caso los depósitos de cepas extraídos se han dejado secar y se han cribado para recuperar sedimentos fértiles, antes de que los acopios sean triturados. En múltiples localizaciones, dado el volumen de plásticos asociados, los acopios extraídos no han podido ser triturados y reintegrados al dominio público hidráulico y han debido ser extraídos y trasladados a planta de gestor autorizado.
El volumen de residuos vegetales generados por estas operaciones supera ya las 9.600 toneladas, que se unen a las más de 6.000 toneladas de residuos recogidos y trasladados a planta de gestor autorizado. Unas cifras que permiten visibilizar los riesgos de taponamiento y derrame que soportaba el cauce del río Adra, condicionando tanto su comportamiento hidrogeomorfologico como la pervivencia de la vida natural asociada al río. Estas alteraciones hacen imprescindible la ejecución durante este proyecto de trabajos de recolocación de bancos de sedimentos (bolos de media entidad y gravas) y un refuerzo de la vegetación autóctona de ribera que contribuya a impulsar tanto la parcial restauración hidrogeomorfológica como la naturalización del cauce contemplada en proyecto.
Su integración en una Zona Especial de Conservación (ZEC Río Adra), ha resultado determinante de los trabajos de poda de la vegetación de ribera a los que sucederán los de refuerzo de galerías de ribera que son del objeto prioritario del Plan de Gestión que regula las intervenciones en este espacio de la Red Natura 2000. Se ha condicionado la metodología mecánico-manual en los trabajos y el calendario de ejecución, que debe contemplar una pausa desde junio a septiembre para adaptarse a los ciclos biológicos.
Evitar nuevos vertidos e impulsar la higiene rural en la Red Natura 2000
Para Martínez, este proyecto en el río Adra está nítidamente vinculado a las iniciativas públicas ligadas al nuevo modelo de economía circular, generador del empleo verde. «Esta intervención es un ejemplo de la puesta en práctica de los principios rectores de la Estrategia de gestión de restos vegetales en la horticultura de Andalucía que está impulsando la Junta» y, por ello, el delegado de Medio Ambiente ha destacado el “respeto que los agricultores de los margenes están prestando a los trabajos y les pide colaboración para controlar a aquellos productores que aún no asumen los compromisos de higiene rural a los que están obligados y han vuelto a verter residuos”. Lo hace “por el bien de todos y en particular por el de ellos mismos como productores agrícolas vinculados a uno de los espacios protegidos de Europa”, la misma Europa que consume sus productos y les proporciona ayudas para la mejora de sus infraestructuras de producción y riego.
Formación y sensibilización ambiental
Para ello, y respondiendo a la iniciativa adoptada por el Pleno municipal con el acuerdo de todos los grupos, está previsto desarrollar próximamente, en coordinación con el ayuntamiento de Adra y la administración estatal, un taller que fomente la colaboración activa de todos los agentes de la autoridad que prestan sus servicios en el municipio de Adra (Guardia Civil, Política Local, Policía Adscrita a la Comunidad, Agentes de Medio Ambiente y Guardas Fluviales). El taller se verá complementado con unas Jornadas que contribuyan a la sensibilización e implicación ciudadana (agricultores, asociaciones de vecinos y conservación, centros educativos) y con las Segundas Jornadas de restauración de ambientes fluviales de Andalucía, que se están programando con la comunidad técnica y científica, para aprovechar las lecciones de bioingeniería aprendidas y minimizar futuros riesgos de inundación a la vez que se minimizan sus costes ambientales.
Colaboración del Gobierno Central
Sobre la prevención de avenidas por lluvias torrenciales, el delegado de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio ha insistido en que «la solución definitiva para evitar las posibles inundaciones sólo se alcanzará cuanto el Gobierno Central complemente estas obras de restauración hidrogeomorfologica y naturalización que está ejecutando la Junta de Andalucía, con la financiación o ejecución de las obras de laminación y encauzamiento del río Adra», que tiene encomendadas por el vigente Plan Hidrológico 2015-2021.
La Junta recuerda, además, que esta es una reivindicación realizada también por el acuerdo de pleno del Ayuntamiento de Adra en apoyo de una moción del grupo Ciudadanos y que los trabajos en curso van a disminuir de manera sobresaliente el gasto de la intervenciones a financiar por el Gobierno Central.
Por todo ello, el Gobierno Central no puede eludir su responsabilidad y tiene que contribuir con la actuación que le compete a garantizar la ausencia de riesgos que la administración local, la autonómica y los ciudadanos le reclaman desde el inicio de siglo.