La programación de la temporada Invierno-Primavera elaborada por la concejalía de Cultura del Ayuntamiento de El Ejido incluye para el sábado día 24 uno de los espectáculos más esperados, el concierto de Pitingo que presentará en directo los éxitos de su disco “Soulería”. La cita será en el Teatro Auditorio a partir de las 9,30 de la noche. Las entradas pueden adquirirse de manera anticipada o dos horas antes del comienzo del espectáculo en taquilla, si quedasen localidades. Nacido en Ayamonte (Huelva) en el año 1980 a Antonio Álvarez Vélez, Antonio Pitingo, esto del flamenco le viene de casta. Nieto y sobrino de cantaores su familia está emparentada con tres de las mejores sagas de artistas que ha dado la historia del flamenco: los Carpio, los Valencia y los Pelaos de Triana. Estirpe flamenca de primera categorí a.
Pero aunque Pitingo haya sido siempre flamenco nunca ha querido renunciar a otra de sus grandes pasiones, la música negra. Y con un objetivo ambicioso: mezclar de manera original y atractiva el soul con el flamenco. Como bien dice Pitingo “para hacer una fusión de soul y flamenco hay que conocer muy bien las dos músicas”. Y Pitingo las conoce de memoria. Se ha criado con ellas. Ya sea aprendiendo el cante en casa o escuchando a los clásicos del flamenco, los Chacón, Vallejo, Marchena, Caracol, Tomás, Pastora, Mojama, Camarón, Morente… alimentándose del gospel, y, en especial, del soul y sus grandes maestros: Aretha Franklin, Marvin Gaye, Ray Charles o Stevie Gonder.
Una fusión que empezó a gestarse con el disco Pitingo con Habichuelas (2.006), su trabajo de debut para Universal, en el que nos descubrí a, gracias a la inteligente producción de José Manuel Gamboa y a las guitarras maestras de los hermanos Habichuela, Pepe y Juan, y de los hijos de éste, los Ketama Juan y Antonio Carmona, una nueva forma de cantar y de sentir. Nací a la “Soulerí a”, el soul por bulerí as.
Precisamente el guitarrista Juan Carmona retoma ahora en el disco Soulerí a (Universal, 2008) la senda que inició Gamboa y apoya, con su brillante producción y clarividente toque, las innovadoras ideas del cantaor onubense. Le acompañan asimismo The Black Heritage Singers, coro de gospel de Nueva Orleans, que añade el contrapunto perfecto a la cálida voz de Pitingo. Todo ello conforma un rico universo musical, al que Pitingo ha sabido incorporar su tremenda personalidad para crear, como él lo define, un flamenco con un nuevo color.
Este nuevo color es la Soulerí a, o soul a ritmo de bulerí as. Buen ejemplo de ello lo tenemos en el cante con el que se abre el disco, De Ayamonte a Mississippi, de brillantes armonías y rotunda sonoridad que recuerdan al mejor Bobby McFerrin. O los juegos vocales por tangos de Los tiempos están cambiando y del Sólo sé que no sé nada, el pegadizo primer single del disco.
Pero Pitingo también se acuerda en Soulerí a de sus raí ces. Así rinde tributo por soleá a la excelsa figura de Fernanda de Utrera. Emocionante, sin duda, es la taranta de El Frutos, que, en versión de Juanito Valderrama, comparte con el patriarca gitano del toque Don Juan Habichuela. O los tientos de La Niña de los Peines. Y por supuesto el recuerdo a su tierra onubense por fandangos alos-soul-neros.
También hay espacio en Soulerí a para las versiones. Ahí están el tema que encumbró a Roberta Flack en 1973, el Killing me Softly a ritmo de tangos, el Yesterday de los Beatles o el Me rindo ante ti, el homenaje particular de Pitingo a los Boyz II Men y su On Bended Knee. Y tiene a bien recuperar la apasionante lectura que del Gwendolyne de Julio Iglesias nos dejó para la película Cándida de Guillermo Fesser o el Cuéntame para la serie de televisión.