‘Pérez Siquier Esencial’ es el título de la última exposición del fotógrafo almeriense, una muestra en la que se hará un recorrido por las fotografías que realizó entre las décadas de los 50 y 60, y que conforman el núcleo angular de la creación fotográfica de este artista. Ls exposición se inaugura este jueves en el Centro de Arte Museo de Almería (CAMA) y podrá verse hasta el 16 de marzo.
En esta muestra se expondrán un total de 82 fotografías pertenecientes a diferentes series realizadas por el fotógrafo Carlos Pérez Siquier entre las décadas de los años 50 y 60 del siglo pasado. Una selección de fotografías en blanco y negro y en color, todas positivadas en los mejores laboratorios de revelado de España, que permitirán al visitante conocer la obra de Pérez Siquier en toda su esencia.
Se trata de una serie de documentos históricos de un tiempo y un lugar tocados del particular sentido de la realidad y la estética de su autor. Imágenes en las que el fotógrafo apuesta decididamente por la valoración de lo cercano y lo mínimo, del detalle cotidiano que para muchos pasa desapercibido.
Carlos Pérez Siquier nació en 1930 en Almería, ciudad en la que siempre residió pero, sin embargo, mantuvo relación con los principales protagonistas de la historia de la fotografía española y consiguió que la propia provincia fuera motor de la fotografía en España.
Además de su trabajo para la revista AFAL en los años 50 fue de suma importancia su trabajo como seleccionador de fotografía para los anuarios Everfoto, que en los años 70 aunaron el esfuerzo creativo de la generación AFAL y los jóvenes fotógrafos de la revista Nueva Lente.
Pérez Siquier defiende su ser almeriense como signo de la autenticidad de su personalidad y de su obra. Afirma que esta vinculación al lugar y al tiempo que le tocó vivir es lo que le da universalidad.
Su trabajo tiene su origen en los años de AFAL, en los que retrata en blanco y negro a los pobladores del barrio almeriense de La Chanca. A partir del año 60 empieza a experimentar la fotografía en color, convirtiéndose en uno de los maestros pioneros en España de este medio. Guarda de esta época una serie exquisita de rincones de La Chanca vistos con una sensibilidad especial hacia lo insólito y el fragmento, rasgos que en lo sucesivo serán característicos de su obra, principalmente en la serie de bañistas de playa desarrollada a lo largo de la década de los 70, quizá su trabajo más original por el que se le ha llegado a conocer en todo el mundo.
