El sábado se vivió un hito en la historia de la música en Almería al estrenarse en el Auditorio Maestro Padilla, que registró un lleno absoluto, la zarzuela Agua, azucarillos y aguardiente realizada por almerienses. Sin duda, el resultado final fue excepcional y el público despidió a músicos, actores y cuerpo de baile puesto en pie. La Orquesta Ciudad de Almería, dirigida por Michael Thomas y un grupo de actores de Axioma hicieron las delicias del público, acompañados de una serie de artistas de gran renombre como el caso de la mezzosoprano Soledad Pedrosa o el tenor Román Barceló. Gran apuesta de la concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Almería que producía la zarzuela.
Esta producción netamente almeriense ha conllevado mucho tiempo de trabajo pero mereció la pena. La trama de esta zarzuela, escrita por Miguel Ramos Carrión con música de Federico Chueca y adaptada por Carlos Góngora para este estreno en Almería está ambientada en el Madrid de finales del siglo XIX y refleja a la clase media empobrecida en contacto con las clases más humildes.
Hay que destacar la excepcional actuación de la orquesta Ciudad de Almería, que actuación tras actuación muestra su profesionalidad y la categoría artística de todos sus componentes. A ello en esta zarzuela había que sumar la participación de la mezzosoprano Soledad Pedrosa en el papel de Pepa, la soprano Celia García como Asia, el tenor Román Barceló con Serafín, la soprano Mayte Ordaz como Manuela; el tenor Alejandro Torrente como Garibaldi y las actrices Gloria Zapata como Doña Simona, Osmani Pérez como Don Aquilino, Antonio Baldó como Lorenzo, Manuel Ferre como Vicente y Sofía Rodríguez como Doña Tomasa y guardia.
También destacar la participación del Coro de la OCAL. En esta producción participaron como nodrizas, niñeas y chulapas: Clara Ferreira, Cristina Avilés, Olga Jiménez, María Victoria Martin, Alicia Parra, Lucia Úbeda, Desiré Manzano, Gloria González y Rocío Correa. Como barquilleros chulapos participaron Ángel Pérez, Juan de Dios Mateos del Nido, Juan de Dios Mateos Segura, Osmani Pérez y Alejandro Torrente.
En esta producción que no tiene nada que envidiar a las zarzuelas que llegan de fuera han colaborado activamente Rosa María Rubio de la Academia Adagio de El Ejido y su cuerpo de baile y los alumnos del IES Alhadra que fueron los encargados de maquillar a los personajes.
Agua, azucarillos y aguardiente está formada por un preludio y unos pocos números musicales, como el Coro de niñeras y nodrizas que coquetean con los soldados mientras vigilan a los pequeños; el Coro de barquilleros, que confiesan orgullosos su origen antes de repartirse por la ciudad para ofrecer su dulce mercancía a los chiquillos y dar su merecido a quienes pretendan timarles; la escena de la disputa entre Manuela y Pepa, una gran bronca que concluye en emocionada reconciliación, celebrada por todo lo alto, yéndose a la verbena a ritmo de pasacalle.
