Hoy es día de resaca, una jornada para recuperarse de la larga Noche de San Juan que se vivió en toda la costa almeriense. Miles de personas ocuparon las playas pertrechados de su barbacoa, carne, bebida y todos los condimentos necesarios para disfrutar de una de las noches más mágicas del año, en la que fuego y agua se unen con la fuerza de la tradición. ¿Afecta la crisis a la Noche de San Juan? En principio parece que no, aunque sí se vieron menos hogueras de lo habitual, quizá por la escasez de palets debido a la bajada de la construcción.
A media tarde ya se veían ríos de gente camino de las playas. Maderos, ramas, palets… todo servía para honrar a San Juan, aunque fuera de una forma profana, en su noche. Hogueras por doquier y más barbacoas bien cargadas de carne. El olor por los paseos marítimos de todo el litoral almeriense hacía que a los paseantes se le hiciera la boca agua. Manjares de todo tipo aliñados con un ingrediente muy especial, las ganas de pasarlo bien.
La Noche de San Juan se ha convertido en una cita ineludible en el calendario, casi como una nochevieja veraniega, jóvenes y no tan jóvenes se entregan a la fiesta y se dejan arrastrar por la llamada de Baco.
Si todo estos ingredientes se acompañan de una temperatura estupenda, la casi ausencia del viento y un mar en calma que no paraba de invitar al baño, sólo puede cocinarse una fantástica noche en la que hubo conciertos, fiestas con djs y fuegos artificiales. De Adra a Pulpí, de Pulpí a Adra, toda la costa participó en este San Juan.
