En resumen, Andrés Sánchez Picón dejó la Junta rectora al agotarse su tiempo el 31 de diciembre de 2009, a pesar de que, desde Sevilla, la entonces directora general de Sostenibilidad, Rocío Espinosa, le pidió reiteradamente que continuara pero ya era tarde. También el delegado se lo pidió en una ocasión, pero Sánchez Picón puso condiciones, ante la falta de apoyo y colaboración del mismo. Esas condiciones fueron enviadas al delegado y al secretario de la Delegación en un correo electrónico el 5 de diciembre, del que no tuvo respuesta. Por eso, Sánchez Picón dio a conocer el contenido del escrito en su despedida de la Junta Rectora el 17 de diciembre, a la que no asistió el delegado. El escrito también fue enviado al viceconsejero y a la directora general. A principio de marzo de 2010, Sánchez Picón recibe un escrito de Rocío Espinosa, insistiendo en que continúe al frente de la Junta Rectora, a pesar de que administrativamente ya es imposible. Eso sí, Rocío Espinosa le agradece su gestión que valora muy positivamente. Es el único agradecimiento que Sánchez Picón ha recibido, aparte del respaldo que le dio la Junta rectora para que continuara. Del delegado, silencio total, al escrito y a la despedida.
Lo curioso del caso es que a la par que la directora general insiste ante Sánchez Picón, el secretario provincial y senador del PSOE, Diego Asensio se reúne en Madrid con José Antonio Martínez Soler para pedirle que acepte ser el nuevo presidente de la Junta rectora de Cabo de Gata. Junto a otros pormenores, que ahora no viene al caso contarles, llega la reunión de la Junta rectora del 29 de abril, con la asistencia del delegado y primera ya sin Sánchez Picón; eso sí, con una masiva presencia de representantes de la Administración, apenas se cabía en la sala, inaudito. La primera sorpresa es que en el punto referente al acta de la sesión anterior no se incluye la intervención de Sánchez Picón dando a conocer a la Junta el escrito enviado al delegado. Ante las intervenciones que reclaman la inclusión del escrito, el secretario informa que no es necesario, pero que se enviará a los miembros que lo soliciten. ¿Se pueden imaginar por qué no se incluyó el escrito de Sánchez Picón? ¿Alguien ordenó que no se incluyera? ¿Ustedes que creen? Por mi parte, voté en contra del acta de la sesión anterior.
Otro punto del orden del día es la elección de la terna del que tiene que salir el nuevo presidente. Y ahí aparece como ‘candidato oficial’, José Antonio Martínez Soler. Como hay que proponer una terna, hay dos nombres más, propuestos por algunos miembros de la Junta rectora: Hermelindo Castro (actualmente al frente del centro de investigación sobre el ‘Cambio Climático’ en la Universidad de Almería) y éste que les escribe, periodista y miembro de la Junta Rectora en calidad de ‘experto’ (sin ningún ánimo de ser, para no llamar a engaño a nadie). Total, que se votó la terna y, como no podía ser de otra manera, Martínez Soler contó con una mayoría aplastante de votos. ¿Entienden ahora por qué había esa presencia tan masiva de asistentes ‘oficiales’ a la Junta Rectora? Los tres nombres habrán viajado a Sevilla donde decidirán a quien ponen y obviamente será José Antonio Martínez Soler.
La verdad es que en la reunión hubo una atmósfera extraña y no faltan opiniones de que algo está roto en la Junta Rectora por la actitud del delegado desde que entró en la Delegación. Es lo que piensa, por ejemplo, Pepe Rivera, presidente del Grupo Ecologista Mediterráneo: “La Junta Rectora fue un tanto desagradable. Primero, por la actitud del delegado, es de esas personas que, cuando hablas con ellas, sales convencido de que hay que hacer todo lo posible para que las cosas cambien para que personas como ésta no puedan estar al frente de nada. Por su actitud se parece a los personajes falangistas que aparecen en las películas de posguerra”. Y en cuanto al caso que nos ocupa, Pepe Rivera sostiene que “si las juntas rectoras son órganos de participación se debería dejarlas elegir a su presidente y no llegar allí con el candidato elegido y con la ‘clac’ para que salga. Pero bueno, debe de ser el espíritu de los tiempos”. Y qué tiempos.