La Delegación de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio ha comenzado estos días, en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, las labores de retirada de cadenas y ‘muertos de fondeo’, un tipo de anclaje ilegal que daña los fondos marinos de posidonia de este espacio protegido. La primera actuación se ha llevado a cabo en la playa de Agua Amarga con la extracción de 30 de estos artilugios y supone el inicio de un programa para regularizar los sistemas de fondeo de este espacio natural, una iniciativa con la que la Junta se suma a los proyectos de gestión activa de los fondos de fanerógamas marinas que se están desarrollando en el Mediterráneo europeo.
Un equipo de buceadores reflotó los ‘muertos de fondeo’ y los desplazaron por la superficie del agua hasta la orilla donde una retroexcavadora los sacó a tierra. Los materiales extraídos se trasladaron en camión hasta el vertedero municipal para su tratamiento. El delegado de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Raúl Enríquez, ha anunciado que “se van a eliminar todos los fondeos que no sean respetuosos con los fondos marinos del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar”. Enríquez considera prioritario “avanzar en el desarrollo y gestión de un sistema de boyas ecológicas que no afecten a la posidonia, el ecosistema más diverso y valioso del Mediterráneo, adecuado a la capacidad de fondeo del espacio y que reúna todas las condiciones de seguridad para la navegación y las personas”.
Los sistemas de fondeo permanente sobre la arena o sobre posidonia no están permitidos. En el área de dominio público, el fondeo superior a las 24 horas en un mismo punto requiere la autorización de Costas. El uso de anclas o de ‘muertos’ daña gravemente las praderas de posidonia, ya que la estructura de hormigón de este tipo de anclaje aplasta a las plantas y las cadenas para lastrar el cabo que va hasta la boya en superficie, a causa del oleaje y las corrientes, se mueven en círculos y siegan todo lo que encuentran a su paso en un radio de varios metros provocando calveros en la pradera submarina de fanerógamas.
En este contexto, el proyecto Life+ Posidonia Andalucía, coordinado por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio y desarrollado entre 2011 y 2016, constituyó un punto de inflexión en la protección de las praderas submarinas en las costas de la Comunidad Autónoma. Entre las acciones que contemplaba esta iniciativa, se incluyó la instalación de 41 fondeos ecológicos en los principales puntos de buceo recreativo de Almería, Granada y Málaga para que las maniobras reiterativas de anclaje no afectaran a las praderas. Estos anclajes fijos al sustrato sin ‘muerto’ disponen de boya intermedia situada a media agua para que el cabo (no usan cadena) trabaje en vertical hasta la boya de superficie, evitando así que los materiales rocen el fondo y destruyan la pradera.
Para alcanzar el objetivo de regularizar los fondeos en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar se van a eliminar los ‘muertos’ y cadenas que ocasionan un impacto a las praderas, un tipo de anclaje no autorizado, para instalar un sistema de campos de boyas sin impacto en el medio que pueda ser gestionado por entidades locales. El pasado mes de abril se celebró en Rodalquilar el taller ‘Soluciones al fondeo irregular sobre posidonia oceánica en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar’ en el que participaron responsables de las distintas administraciones y usuarios y representantes de colectivos y empresas del sector náutico. Sus propuestas y aportaciones se recogieron en un informe y se editó un folleto de buenas prácticas en este ámbito.
Con estas actuaciones, la Junta de Andalucía se suma a las iniciativas de gestión activa de los fondos de fanerógamas marinas que se desarrollan en el mediterráneo europeo incluidos los espacios protegidos del litoral español que gestionan las comunidades autónomas de Baleares, Cataluña, Valencia y Murcia.
El delegado de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio ha insistido en que “las malas prácticas en el fondeo de embarcaciones no son compatibles con la conservación de las praderas de posidonia, un hábitat protegido y prioritario para la Comisión Europea”. “Este paisaje submarino, característico de las costas mediterráneas, atrae cada vez a más turistas y buceadores”, ha afirmado Enríquez.
El entramado de posidonia crea un sistema natural que estabiliza los fondos blandos donde se asienta, reteniendo sedimentos, contribuyendo al mantenimiento de las playas y haciendo que las aguas sean transparentes. Además, aporta una gran cantidad de oxígeno y nutrientes al medio marino poco profundo, donde proporciona cobijo a una rica y variada flora y fauna, incluyendo a muchas especies de interés comercial. Por otra parte, las praderas de posidonia son consideradas un sumidero de CO2 de primer orden, de modo que su conservación es fundamental para mitigar el cambio climático.